Al llegar la pude ver a lo lejos, acercándose hacia mí. Su rostro denotaba la preocupación, el miedo, pero al mirarlo a los ojos, una calidez invadió mi cuerpo, allí estaba aquella niña dulce y necesitada de protección que nadie veía salvo yo, su “compañero de trabajo”.
Un olor a cítricos llegó hasta mí y me hizo sentir como si estuviese en casa, por un momento me sentí tranquilo, sabía que nada malo ocurriría estando a su lado, pese a que no estábamos pasando por nuestro mejor momento, cuando nos reuníamos, era como si nada hubiese ocurrido, no podíamos evitar nuestros sentimientos, y eso se notaba.
- Brennan: Me alegro de verte Booth- me dijo dándome un cálido y tierno abrazo- Tienes mala cara. Entremos- dijo señalándome Royal diner.
Un gran murmullo invadió mis oídos, impidiendo que pudiese oír aquello que Brennan intentaba decirme. Viendo que parecía no estar oyéndola, me tomó del brazo y me dirigió hacia una zona más tranquila de ruido.
- Brennan: Aquí estamos mejor, con tanto bullicio era imposible que pudiésemos hablar tranquilos- dijo esbozando una pequeña sonrisa- ¿Qué es lo que ocurre Booth? Algo te inquieta y no trates de mentirme, te conozco muy bien.
- Booth: No quería contarle nada porque no pretendo volver a herirte huesos- le dije volviendo a pronunciar aquel mote que una vez le puse y al que tanto se había acostumbrado ya- pero veo que no puedo engañarte, solo quiero que sepas que esto que te voy a decir no tiene por qué cambiar nada.
- Brennan: No te entiendo Booth, sabes que yo no entiendo las indirectas, es algo que aún tengo que aprender.
- Booth: Seré directo, no quiero alargarlo más. Todo comenzó esta mañana...
Así comencé a contarle todo lo acaecido durante la mañana. Procuré no mirar demasiado su rostro, pues temía perder el hilo y no poder continuar. Al terminar, inhalé oxígeno para que mis pulmones pudiesen volver a funcionar con normalidad, pues durante lo que había durado mi monólogo, intenté no pararme para nada, e ignoré la petición de mi cerebro de descansar y respirar hondo.
- Brennan: No pretendía causarte problemas Booth, solo necesitaba que conociese mis sentimientos, me parecía que era hora de ser sincera conmigo y contigo. Voy a hablar con Hannah y tratar de solucionar esto, no puede irse creyendo que yo no voy a intervenir en vuestra relación, porque es algo que nunca haría.
- Booth: Esa es la razón por la que intentaba evitar que conocieses lo sucedido, no quiero que te sientas culpable, debí ser yo quien le contase la verdad y en su lugar, pensé que si no se lo decía, la ahorraría un mal momento, pero no pensé en el gran corazón de Hannah, ni me dí cuenta que con la mentira lo estaba empeorando todo. Ahora ya no hay vuelta atrás, la carta solo ha adelantado los hechos que antes o después ocurrirían y ahora que ya he lastimado a una persona muy importante en mi vida, no quiero que esto vuelva a suceder- inmediatamente sus ojos se clavaron en los míos, fue una mirada intensa, llena de sentimientos, en la que podía ver un pequeño atisbo de tristeza, lo que hizo que un nudo se apoderara de mi garganta; lo último que quería era hacerle mal- No tienes porque estar triste Bones, como ya te he dicho, esto no es culpa tuya- le dije tomando sus manos entre las miás, de modo que a ella comenzasen a brotarle pequeñas lágrimas de sus ojos.
- Brennan: Se supone que esta reunión se trataba de ver que era lo que te ocurría para poderte ayudar, y al final parece que hemos invertido los papeles y soy yo yo la que necesito ayuda, eso no puede ser- dijo secándose aquellas lágrimas y tratando de hacerse la fuerte, como había aprendido desde que era una niña.
- Booth: No tienes porque hacerte la dura conmigo, esta situación nos está afectando a los dos, puesto que es un tema de ambos, no debes temer mostrar lo que sientes, sé que a veces puede ser doloroso pero debes dejar que lo demás te conozcamos.
- Brennan: ¿Pero entonces que vas a hacer? ¿Piensas perder a Hannah así, sin más?- dijo cambiando de tema, pues no le gustaba hablar de sus sentimientos.
- Booth: No puedo hacer nada, ella ha tomado su decisión, n quiere que vuelva a su vida. Debo respetar su decisión, aunque me duela.
- Brennan: No te comprendo Booth. Tú siempre has insistido en que nos diésemos una oportunidad aún sabiendo que yo no iba a aceptar, pero nunca desististe, en cambio tienes una pequeña discusión con Hannah que quizás podrías solucionar si tratases de hablar con ella, y en lugar de eso, decides rendirte. ¿Por qué con ella eres diferente, Booth? ¿Por qué no insistes como lo hiciste conmigo?
Aquellas palabras me hicieron pensar. Bones tenía razón, no había motivo alguno por el que no pudiese intentar hablar con Hannah, pero había algo que me frenaba a hacerlo, un muro invisible que me separaba de ella. Yo la quería y temía perderla, pero ahora que no la tenía me estaba haciendo darme cuenta que, quizás, mi temor era el quedarme solo, más que el que ella se fuese, que¡quizás mis sentimientos hacia ella no fuesen tan fuertes como había querido creer, solo estaba engañándome a mi mismo, sabía que la quería, y la iba a seguir queriendo, pero no del modo en que una vez la vi. Me había dado cuenta que mi vida ya estaba ocupada por otra persona y no había cabida para nadie más. Pese a intentar olvidarme de ella y creer que lo había logrado, mi corazón no lo había conseguido y ese sentimiento seguía latente, escondido a la espera de que una pequeña chispa lo avivara.
Me vi mirando a Bones sin poder apartar la vista de ella. Esa mujer dura y fría como un tempano de hielo, pero a la vez tan tierna y necesitada de protección como una niña, había calado bien hondo en mí y no podía apartarla de mi vida, la necesitaba a mi lado.
- Booth: No lo sé, supongo que creí que sería lo mejor para los dos, después de todo, me arriesgué demasiado con ella, apenas nos conocíamos y ya hacíamos vida de pareja, nuestra relación tenía más probabilidad de salir mal que bien.
- Brennan: Eso no lo puedes saber, puesto que la probabilidad depende de muchas variables difíciles de cuantificar, como son...
- Booth: Bones, no empieces con todo esto de lo científico- le dije cortando lo que sabía con toda seguridad que sería un largo monólogo sobre el sentido amplio de la probabilidad- yo solo decía que puede que nos venga bien a ambos vivir nuestras vidas por separado.
Parecía querer replicar, sin embargo, se limitó a decir, para mi sorpresa:
- Brennan: Por una vez estoy de acuerdo contigo, aunque yo os veías muy bien juntos. Ella lo debe estar pasando mal y, aunque creo que lo mejor es que cada uno viva su vida, deberíamos hablar con ella y aclararle la situación. Hannah es mi amiga y se merece una explicación, es lo justo.
- Booth: No nos va a querer recibir Brennan, conozco a Hannah, cuando se enfada no atiende a razones.
- Brennan: No perdemos nada intentándolo Booth, y quizás logramos que entienda que yo no me he inmiscuido entre vosotros ni lo haría nunca.
Hubo un largo silencio entre los dos. Yo sabía que su intención era buena y que lo que quería era arreglar nuestra situación, pero a mi no me apetecía volver con ella, me había dado cuenta de mis sentimientos y no quería engañar a nadie más.
- Booth: Está bien, Bones, iremos a hablar con ella y le contaremos la verdad, aunque cada uno, después, tomemos nuestros propios caminos- le dije refiriéndome a Hannah y a mi.
Ante aquella respuesta, Bones pareció quedarse más tranquila y me devolvió una sonrisa como si quisiese darme las gracias.
Su bello rostro y su serenidad me calmaban y me hacía ver la suerte que tenía de tenerla, era una mujer increíble. Pese a haberla lastimado con mis palabras la noche en la que me contó sus sentimientos hacia mí, allí estaba, dispuesta a darme apoyo y a ayudarme, como si nada hubiese ocurrido.