De camino hacia el hotel donde se hospedaba Hannah (gracias a mis contactos había podido saber que se había alojado en un hotel cercano al aeropuerto, parecía tener la intención de marcharse de la ciudad pronto), Brennan paró a repostar en una pequeña gasolinera. Parecía nerviosa, y mientras esperábamos a que se llenase el depósito del automóvil, decidió hacer una llamada.
- Brennan: Booth, paga tú, enseguida vuelvo, voy a llamar a Ángela.
- Booth: De acuerdo.
Vi como se alejaba mientras un hombre de pequeña estatura se acercaba para cobrarme.
Bones tardaba demasiado, así que fui a buscarla, comenzaba a preocuparme. Su voz llegó a mis oídos, y sin quererlo, pude oír parte de la conversación que mantenía con Ángela:
- Brennan: Lo sé Ángela, sé que esto no me compete a mí, pero no quiero causarle ningún mal a Booth....
- Brennan: Sí, entiendo que quizás, si no hiciese nada, tendría alguna posibilidad con él, algo que no podrá ser si vuelven juntos, pero es que no me perdonaría ser la culpable de la ruptura de una pareja cuando yo no pretendo lastimar a ninguno de los dos. Sigo sintiendo algo por Booth que me lleva a querer saber cómo sería tener una relación con él, pero no estaría mientras tuviese pareja, no soy de esa clase de mujeres, tú lo sabes muy bien.
En ese momento comenzó a acercarse al lugar donde yo me encontraba, así que me dirigí de nuevo al coche y entré, quedándome sentado a la espera de que ella llegara. No podía evitar pensar en lo que acababa de oír, sus palabras habían sido tan claros, no había dejado lugar a dudas, sus sentimientos hacia mi aún permanecían intactos.
- Brennan: ¿He tardado demasiado?- me dijo sentándose en el asiento del coche y poniendo en marcha el motor.
No me había dado cuenta de su llegada, y al escucharla me sobresalté.
- Booth: No, pero debemos darnos prisa, no sé si Hannah se quedará mucho tiempo en la ciudad- le dije deseoso de acabar definitivamente con la situación de Hannah. Después de escuchar aquella conversación, solo podía pensar en Bones.
El trayecto se me hizo más largo de lo normal, Brennan se mantuvo en silencio, parecía no querer decir algo inoportuno y preferir callarse. Me sentía incómodo ante aquella situación, yo era el causante de ella y por eso me sentía responsable.
Desde las ventanas del coche se divisaba la arboleda que poco después daba lugar al hotel. Deseoso de acabar con aquel silencio, decidí romperlo yo:
Booth: No tienes por qué hacer esto huesos, no tienes por qué implicarte, son problemas nuestros.
- Brennan: Lo eran hasta que mi carta provocó vuestra ruptura, así que sí es asunto mío, no te voy a dejar solo.
- Booth: No quiero perjudicarte huesos, ya he sufrido bastante.
- Brennan: Esto no es cosa tuya, Booth, Hannah es mi amiga, y como tal, debe saber la verdad, así que no te preocupes, estaré bien- dijo mientras sus ojos tristes intentaban mirar la carretera para evitar cruzarse con mi mirada.
Al salir del vehículo, el frío de la mañana nos golpeó, calando en nuestros cuerpos. A mi lado, Bones se estremecía, se había dejado el abrigo en el coche, así que me acerqué a ella y con mis brazos la atraje hacia mí para darle calor. Al principio quiso apartarse, pero decidió no poner resistencia y quedarse así, protegida por mis brazos que le daban calor. Caminamos con paso decidido hacia el hotel. En el pequeño trayecto, nuestras miradas se cruzaban, pero Bones intentaba evitarla sin mucho éxito, no podíamos ignorar esa conexión que existía entre nosotros.
Nos quedamos en la entrada del hotel sin atrevernos a dar ni un solo paso, nuestros corazones latían desbocados ante el nerviosismo previo a la situación que teníamos por delante. Subimos las escaleras y entramos en el hall, donde nos dirigimos a información:
- Booth: Perdone, estamos buscando a Hannah Heil, somos amigos. Nos gustaría saber el número de la habitación en la que se hospeda.
- Recepcionista: Su habitación es la 315, en la 3ª planta.
Nos dirigimos al ascensor para subir a la habitación. Una vez dentro, Brennan parecía sentirse incómoda, inquieta. Comenzó a arroparse con sus propios brazos, parecía haberle entrado frío del nerviosismo que sentía, así que me acerqué a ella y la volví a rodear con mis brazos, donde parecía encontrarse segura.
Al salir del ascensor pudimos ver el número 315 a unos pasos de donde nos encontrábamos. Brennan, decidió a acabar con la situación, tomó la iniciativa y se dirigió hasta la habitación. Golpeó la puerta suavemente con los nudillos y mientras yo me acercaba a ella, espero alguna respuesta por parte de Hannah. Esta no se hizo esperar, y Hannah abrió la puerta.
- Hannah: ¡Brennan, que sorpresa! ¿Qué estás haciendo aquí? No te esperaba- le dijo con una mezcla de alegría e incomodidad. Parecía no haberse percatado de mí.
- Brennan: Hola Hannah, venimos a hablar contigo- al escucharle hablar en plural, se sobresaltó. Estaba en lo cierto, n se había fijado que yo estaba tras Brennan.
- Booth: Hola Hannah- le dije de forma educada.
- Hannah: Booth, por favor, márchate, no tengo ánimos para hablar contigo.
- Brennan: Hannah, por favor, hemos venido a aclarar este malentendido, déjanos explicarnos. Si quieres lego nos puedes echar, pero al menos, déjanos explicarnos.
- Hannah: Está bien, pasad.
Me quedé duvitativa, después de estar horas pensando en esa conversación, en como explicarle el malentendido para que volviésemos a estar juntos, ahora ya no me apetecía tanto tenerle que explicar la situación.
Bones pareció darse cuenta:
- Brennan: Booth, ¿te ocurre algo?
- Booth: No, no es nada- le dije caminando hacia la estancia donde Hannah se alojaba.
La decoración era pobre pero elegante. Una sala con paredes color marfil coloreada con un cuadro de un mar embrabesido conformaba la entrada de la habitación. A los lados, se disponían pequeños sillones de color miel que le daba un toque juvenil. Junto a ellos, se podía ver la entrada hacia la habitación de Hannah. Ésta nos invitó a sentarnos en aquellos sinllones.
- Booth: Gracias por dejarnos pasar, Hannah.
- Hannah: N lo hago por ti, solo quiero que esto acabe y si no te dejaba pasar, me temo que nunca se iba a acabar esta situación.
- Brennan: Hannah, no hemos venido a discutir, solo queremos que sepas la verdad.
- Hannah: Bien, pues podéis empezar.
Brennan buscó mi mirada y complices de todo lo ocurrido, nuestros ojos se encontraron comenzando un juego entre ellos. Brennan, se dió cuenta que no era el momento para coquetear, así que comenzó a hablar.
- Brennan: No sé si sabes toda la historia desde el comienzo, así que voy a empezar desde el principio.
Como habíamos hecho con Sweets antes de que publicase su libro, Brennan comenzó contándole aquel primer caso que llevamos entre los dos.
- Hannah: ¿Quieres decir que no paso nada entre ustedes cuando los dos os gustábias?
- Brennan: No era tan fácil Hannah, por razones de la visa yo no estaba dispuesta a abrir mi corazón, además, Booth me pareció un oportunista, así que ni me lo planteé.
- Booth: El resultado fue un año sin volvernos a ver ….
Seguimos contádole paso a paso nuestra historia, dejándonos algunos detalles personas para nosotros, como mi sueño durante el coma, puesto que no queríamos causarle más daño. Poco a poco fuimos llegando a aquel día en el que decidí ser totalemnte sincero conmigo mismo y le conté la verdad de mis sentimientos a Bones.
- Booth: Para mi no fue fácil su rechazo, entendía sus razones pero me dolía saber la realidad.
- Brennan: Yo no sabía el daño que le estaba haciendo con eso, no era consciente de ello.
- Booth: Por eso, cuando, tiempo dspués me ofrecieron irme a Afganistán, tras Brennan aceptar irse a Malukus, me dije: “ ¿Por quéno? Me vendría bien distnaciarme de Brennan”.
Así le fuimos contando como fue nuestra despedida y como volvimos a reencontrarnos antes de que se cumpliera el año de plazo.
- Booth: Yo me había enamorado de ti y no pensaba en otra cosa que no fueses tú. Me había olvidado de Brennan, y nuestro reencuentro fue solo un reencuentro de amigos.
- Brennan: El saber que Booth te había encontrado me hizo alegrarme por él, o al menos, eso me hice creer a mi misma.
La seguimos poniendo al día de nuestra situación tras su llegada, y llegó el moment de explicarle el caso que había causado toda esa situación, el caso de Lauren.
- Brennan: Sé que no tenía derecho a interponerme entre vosotros, no pretendía hacerlo, pero no soportaba callarme durante más tiempo.
- Booth: Yo fui muy claro con ella y le expliqué que estaba enamorado de ti.
- Brennan: Pero yo quería que él supiese la verdad y, como estaba destruida, no pude hacerlo en ese momento, por eso le envié la carta. Yo no quería haceros daño a ninguno de los dos, solo quería ser sincera.
- Booth: El resto ya lo sabes.
Nos quedamos todos en silencio. Hannah parecía estar asimilando todo lo que le habíamos contado.
- Hannah: Siempre pensé que entre vosotros había algo, pero nunca pensé que pudiese ser de esta magnitud. Si lo hubiese sabido, nunca hubiese estado contigo Booth. Ahora de doy cuenta que en realidad te querías engañar a ti mismo por el daño que te hizo Brennan y te creíste enamorado de mi, pero en realidad nunca lo estuviste.
- Booth: Lo siento Hannah, nunca te quise hacer daño, hasta hace unos horas seguía pensando que mis sentimientos hacia ti eran de amor, pero me he dado cuenta que estaba equivocado.
- Hannah: Lo sé Booth, ahora te entiendo y no te culpo por ello, ni a ti ni a Brennan -dijo mirándola- Solo seguíais a vuestro corazón. Gracias por explicármelo, al menos, sé que esto no fue culpa de nadie, solo es que tenía que pasar en algún momento.
De ese modo, Hannah supo la verdad. Yo me sentí aliviado, porque había aclarado la situación y ahora podía pensar en la persona que siempre había ocupado mi corazón, la que nunca había podido apartar de él.