martes, 21 de agosto de 2012

AND IF .. ? - Capítulo 3: Rencuentro


Castle y Samantha se conocían desde que el comenzó a escribir, había sido su primera y última agente hasta el momento. Tantos años trabajando codo con codo había permitido que su relación fuese tan estrecha que prácticamente eran como hermanos. Samantha conocía muy bien a Castle y no era necesario que este le contase las cosas para que ella lo supiera, había aprendido que  lo que callaba era más valioso que lo que contaba y que si lo observaba podía obtener más información de la que él mismo creía que le estaba dando. Sin embargo, no recordaba que Castle hubiese nombrado nunca antes a Tessa ni que hubiese dicho que se conocían, eso era algo nuevo. Mientras el coche privado de la cadena los llevaba hasta los estudios, Samantha observaba cada gesto, estudiaba cada expresión en su rostro que le permitiera averiguar algo más, pero Castle no se lo estaba poniendo nada fácil. “Sabía que iba a reaccionar así y me está provocando” pensó. Ya no lo soportaba más, la intriga le superaba, así que decidió ir al grano.

-           -  ¿Tuviste una relación con Tessa?

Castle, absorto contemplándola ciudad a través de las ventanas del coche, se sobresaltó. La conocía muy bien, sabía que ella no se esperaba su comentario y que le había suscitado curiosidad, pero no esperaba que fuera tan directa.

-          -  ¿Qué te hace pensar eso Sami?

“Sami, nunca me llama así, solo lo hace cuando intenta hacerme cambiar de conversación para que no siga ahondando en su vida, pero esta vez no va a conseguirlo”

-           - No sé… - dijo haciéndose la pensativa – Quizás tu historial sentimental te delata.

-          -  ¿Pero con cuantas mujeres te crees que he estado?

-           - Venga Richard, no intentes engañarme que nos conocemos, ¿o quieres que te recuerde como intentabas ligar conmigo cuando nos conocimos?

Castle recordó como veinte años atrás una joven Samantha se presentaba en la reunión que tenía con su editora informándole que era su agente. Su escotada camisa lo distrajo de lo que en la sala se hablaba. Una larga melena rubia caía sobre sus hombros en forma de bucles dándole un aspecto juvenil. Fue bajando su mirada viendo como el pantalón vaquero se le ajustaba al cuerpo marcando su silueta y unos zapatos de tacón la hacían unos centímetros más altos que él. Entonces su carácter salió a la luz y con un “¿Sabes que tengo ojos y que me puedes mirar a ellos?” le quedó claro que era una mujer de armas tomar y que con ella los juegos no funcionarían.

-           - Richard, ¿se puede saber que te ocurre? ¿Me vas a contestar o piensas quedarte callado hasta que aparezca ella? ¿Tuviste una relación con Tessa o no? – volvió a insistir.

-         -   Eso es algo que no te voy a decir – le respondió para provocarla un poco más, le encantaba ese juego aunque no solía durar mucho, Samantha podía llegar a ser realmente insistente.

Viendo que Castle quería seguir jugando y a ella no le apetecía, dejó de preguntar y decidió observar, era su mejor arma y sabía que en cuanto Castle viese a Tessa su reacción lo delataría.



En Nueva York, las risas y la diversión habían desaparecido, la tristeza y el dolor lo habían sustituido. Los detectives intentaban animarse unos a otros sin mucho éxito, procurando anidar en ellos la esperanza. El doctor se aceró a ellos para informarles sobre el estado de Beckett.

-           - Hemos realizado diversos estudios a la paciente y parece que, gracias al dispositivo que montaron las comisarias, Kate no sufre ninguna otra complicación, su estado, dentro de la gravedad, es favorable. No sabemos cuando despertará, cada paciente en como es diferente, como también es diferente el tiempo que tardan es despertar. Cada día me pasaré por su habitación para ver como evoluciona, en estos momentos lo que necesita es mucho cariño, que estén con ella, eso ayudará al despertar.

Se hizo el silencio. Todos sabían la gravedad de la situación, era consciente de ellos, pero ninguno era capaz de expresarlo con palabras como lo hacía el doctor, sus palabras eran como puñales.
Lanie había intentado mantenerse fuerte y ser el punto de apoyo del grupo, pero ya no podía más y salió de la sala con lágrimas en los ojos. Al ver su reacción, Espósito fue tras ella.
Escuchó pasos tras de sí, pero siguió caminando, no quería parar, quería salir de allí, no soportaba estar ni un minuto más en aquella sala de espera, pero unas manos le impidieron seguir. Se giró y lo vio allí, frente a ella.

-           - No estás sola.

Al verlo allí junto a ella y escuchar esas palabras empezó a llorar mientras él la estrechaba en sus brazos y le repetía al oído “no estás sola, jamás lo estarás, siempre estaré a tu lado”. Lanie se separó un poco de él siguiendo arropada por sus brazos y lo miro a los ojos, unos ojos marrones que la volvían loca. Poco a poco fue bajando su mirada hasta llegar a sus labios y un irrefrenable deseo de probar nuevamente esos carnosos labios la invadió. Con la certeza de que él estaba allí por ella y no se apartaría, rozó sus labios mordisqueándolos. Notó como algo en él se accionaba y como comenzó a profundizar en ese beso pasando de un beso tierno a un beso lleno de pasión y deseo.
Ryan, que había ido tras Espósito para saber que ocurría, observaba feliz la imagen de pareja.



En Vancouver, un impaciente Castle se movía en el asiento del coche con una mezcla de nerviosismo y ansias por que llegase el momento de la entrevista. Así se solía sentir siempre que salía en televisión pero esta vez era diferente, “será por qué la entrevista me la realiza alguien que conozco y eso me inquieta aun más” pensó.
El coche los dejó frente a los estudios de la cadena donde el director les esperaba. Por su aspecto aparentaba no tener más de 50 años, su mirada y su rostro reflejaba juventud aunque su peloso canoso delataba su edad. Se presentó y los condujo a través de las instalaciones explicándoles detalladamente lo que en cada zona del estudio se grababa. Finalmente llegaron a los estudios de “Breakfast Television” programa en el cual tendría lugar la entrevista, donde el director se dispuso a presentarle a la presentadora del programa que se encargaría de entrevistarlo, pero no tuvo tiempo cuando Tessa se acercó a Castle con una amplia sonrisa.

-          -  Vaya Tessa, veo que no has cambiado nada – dijo deleitándose con su figura.

-           - Y tú sigues igual que siempre – le dijo sonriendo – Me alegro de verte Richard – se acercó a él y le dio un beso en la mejilla para sorpresa de Samantha que no les quitaba ojo.
-          
      - Veo que ya os conocéis, así que no hace falta presentaros. Tessa explícale como funciona el programa, yo tengo algunos asuntos que atender – le tendió la mano a Castle y se despidió de Samantha dejándolos solos con Tessa.

Tessa tomó a Castle de la mano y comenzaron a andar dirigiéndose  hacia la zona donde se haría la entrevista. Ella se sentó en la silla central desde donde le haría la entrevista invitando a Castle a sentarse en el sofá que había para los invitados junto a ella. Samanta se sentó al otro lado de Castle; fue entonces cuando Tessa se percató de su presencia.

-          - Pero que maleducado eres Richard, ¿cómo es que no me la has presentado? – le preguntó con una confianza que a Tessa no le paso desapercibido.

Richard captó su insinuación y se dispuso a aclararlo rápidamente.

-          -  Tessa, ella es mi agente Samantha.
-          
      - ¿Agente?

-           - Sí, así es, soy Samantha Macgowan, su agente – le dijo tajante mientras no perdía detalle de Richard.

Tessa no se creía demasiado la afirmación de Samantha, pero decidió dejar las preguntas para más tarde y explicarles como era el programa y como tendría lugar la entrevista.

Media hora después, Tessa ultimaba los detalles con los entrevistados y revisaba el guion. Era una periodista respetada en Canadá y conocida por todos por no dejar lugar a la improvisación en las entrevistas, lo llevaba todo atado para evitar sorpresas de última hora que la dejaran en mal lugar.
Castle la miraba atentamente y fue sorprendido por ella que se acercó para informarle que abrirían el programa con él, era una entrevista muy esperada y eso les daría una gran audiencia, que al fin y al cabo, era el objetivo de cualquier cadena, conseguir gran audiencia.

La sintonía del programa comenzó a sonar y Castle notó como todo su cuerpo se tensaba, no sabía por qué pero esa entrevista lo estaba poniendo muy nervioso.
La primera parte pasó sin problemas, Tessa le hizo diversas preguntas sobre sus comienzos como escritor, sus famosos best seller, los rumores que corrían sobre Heat Rises y su estreno en cines. Toda una entrevista centrada en su carrera conformó los primeros 30 minutos. Cuando más cómodo comenzaba a sentirse, Tessa cambió el rumbo de sus preguntas desviándose hacia su vida personal. De su trabajo como escritor pasó a preguntarle por su trabajo en la comisaria, su trato con sus compañeros y con la musa que le había inspirado para escribir sus últimos tres libros. Castle comenzó a sortear las preguntas como podía, pero Tessa estaba bien informada y siguió preguntando sobre como Alexis había llegado a trabajar para la comisaría, pasando a querer saber como había sido criar a una niña y compaginarlo con su trabajo como escritor. Poco a poco fue llegando a esa pregunta que había estado temiendo y por la que se dio cuenta que estaba tan nervioso.

-           - Y dinos Castle, muchas mujeres esperan ansiosas que contestes mi pregunta, ¿cómo está tu corazón? Después de tu matrimonio fallido, ¿hay alguna mujer en tu vida con la que tengas planes de pasar por el altar?

Castle se quedó sin saber que decir y la imagen de Beckett lo asaltó de nuevo. ¿Cómo decir que ella ocupaba su corazón si se encargaba de rompérselo poco a poco? No se podía engañar, ahora no estaba para nadie si era lo que Tessa intentaba preguntarle. Decidió ser escueto, aunque sabía que con ellos daría pie a más comentarios pero no había otra salida así que con un simple “tengo el corazón ocupado, pero no estoy aquí para hablar de mi vida privada” dio la pregunta por contestada.

Al terminar la entrevista Tessa se acercó a Castle que comentaba su entrevista con Samantha, y tras disculparse por las preguntas de carácter privado aludiendo que era su trabajo entrevistar sobre todos los aspectos a la persona que acudían al programa, le invitó a cenar para recodar viejos tiempos y ponerse al día sobre sus vidas. Castle sabía como era Tessa y no le quería dar pies a nada pero no le apetecía quedarse en el hotel pensando nuevamente en su musa, así que aceptó la invitación ante una sorprendida Samantha que escuchaba desde no muy lejos la conversación.


Cientos de kilómetros al sur, una mujer comenzaba a despertar pronunciando un nombre que le había cambiado la vida, un nombre que le había hecho disfrutar de los pequeños placeres de la vida, un nombre que le había enseñado a vivir despacio, un hombre que le importaba más que cualquier otra cosa en el mundo: Castle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario