domingo, 30 de mayo de 2010

REFLEXIONES DE BOOTH

El amor es un día de primavera, tan pronto sale el sol, y sus rayos iluminan la vida haciéndola alegre, esperanzadora, como de pronto se nubla y se queda el mundo en la más absoluta penumbra, tiñéndolo de gris, de una enorme tristeza.
Así me había sentido durante los últimos cinco años al lado de Brennan. Mi vida no había sido un camino de rosas a su lado precisamente; se había convertido en una montaña rusa que no tenía intención de pararse. No sabía como salir de ella, el camino era tan abrupto y escarpado que no había forma de llegar a ninguna parte, me veía confinado a seguir dando vueltas en aquella montaña rusa. Parecía que ese era mi destino, pero yo intentaba luchar contra viento y marea por salir de allí, por ver la luz segadora de ese sol de primavera.

La marcha de Bones me había dejado muy dolido, nunca pensé que fuese capaz de irse sin más, aunque cuando me lo explico entendí sus motivos, no era necesario ser tan radical, yo podía apartarme de ella si era lo que quería y podía tomarse unos días de descanso para replantearse si lo que hacía en su trabajo le resultaba satisfactorio o no, pero marcharse durante un año a las islas Maluku era demasiado. Pese a que trate de hacerle comprender que no había motivos para irse, ella ya había tomado una decisión, y, normalmente, éstas eran inquebrantables, por lo que no insistí demasiado, sabía que no había nada que hacer. Por eso decidí irme junto al ejército para entrenar a otros soldados, no tenía sentido quedarme si ella no estaba. En un principio rechacé la oferta, no me apetecía volver, era una etapa de mi vida de la que tenía malo recuerdos, era una puerta ya cerrada, además, me encontraba muy bien trabajando para el FBI, y podía ver a mi hijo siempre que quisiese.
Fue precisamente él, quien me hizo verlo de otro modo, me hizo comprender que mis aptitudes y lo que había aprendido de mi trabajo podía ser de gran ayuda para otras personas, así que tomé la decisión de aceptar la oferta, ya que tampoco quería ver como Bones se marchaba y yo me quedaba allí para ayudar a resolver casos a otra persona que la sustituyese. No podría soportarlo.

Desde que conocí a Brennan me había quedado prendado de su belleza, su inteligencia, su forma de ver el mundo. Pese a ello mi subconsciente trató de negarlo. En algunos casos esa parte de nuestra mente elimina aquello que nos ha causado o puede causarnos algún daño, por ello este sentimiento vivía en algún rincón de mi mente esperando ser rescatado. Ese momento llegó con mi entrada en coma. Durante esos cuatro días en los que estuve debatiéndome entre la vida y la muerte, mi mente sacó a la luz mi deseo mejor guardado, una vida junto a Bones. Tras mi despertar me di cuenta que todo había sido fruto de mi estado de salud, pero mis sentimientos estaban ahí, al descubierto, y eso me hacía mucho daño. Intentaba acercarme poco a poco a ella, pero se negaba a dejarse llevar, estaba demasiado dolida, no había tenido una vida demasiado fácil, y esto le había llevado a crearse una coraza muy difícil de atravesar. Sweets me hizo darme cuenta que debía luchar por ella, y eso hice, pero todo se volvió más duro de lo que había sido hasta entonces. Brennan se negaba a abrir su corazón, decía que no quería hacerme daño, pero ya el daño estaba hecho. Traté de rehacer mi vida, pero no podía, sólo pensaba en ella, me irritaba verla con otro hombre, no podía vivir así

Por todo esto, pese a no estar muy de acuerdo en un principio con la marcha de Bones, he reflexionado y me he dado cuenta que este período nos puede venir muy bien a los dos. Estando un año sin vernos podremos ver con más claridad nuestros sentimientos. A Bones le va a venir muy bien, es lo que necesitaba, y yo trataré de desconectar un poco durante este año, se me va a hacer muy duro, pero sé que esto es por el bien de los dos, solo de este modo quizás podamos empezar una relación con perspectiva de futuro.

viernes, 28 de mayo de 2010

Abre tu mundo


Tu forma de ser me cautivó
tu manera de ver el mundo
se llevó mi corazón
y cambiaste mi vida para mejor.

Esa lógica que aplicas a todo
no es válida para el amor
si me dejaras enseñártelo
te darías cuenta que llevo razón.

No te lastimaría nunca
eres el motor de mi vida
la persona que me enseña
y me guía cada día.

Tienes que dejar abrir la puerta
al amor, a la felicidad
no debes temer jamás
a tener una relación de verdad.

Debes saber que no te presionaré
si necesitas tiempo lo entenderé
te prometo que te esperaré
ya que siempre te amaré.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Reflexiones Huesudas

Todo ocurre siempre por algún motivo, siempre hay algo detrás que lo impulsa, que lo hace ser así, que lo motiva a seguir el camino adecuado Ese era mi caso, nadie lo comprendía porque nadie había estado en mi lugar, pero mis acciones siempre tenían un motivo detrás, nunca hacía nada sin pensarlo varias veces, no era de ese tipo de personas que se lanzan a la aventura, yo pensaba y sopesaba muy bien mis pasos antes de tomar una decisión definitiva.

Mi partida hacia las islas Maluku había sido pensada durante mucho tiempo. Tras el último caso, mi vida había cambiado, aunque en realidad ya hacía tiempo que todo era diferente, solo que yo no me había dado cuenta. Estaba tan centrada en mi trabajo que había olvidado todo lo demás, pero él había echo que todo cobrara un sentido diferente para mi, que viera la vida con una nueva perspectiva.

Todo había comenzado aquel día en el que Booth y yo, de mutuo acuerdo, decidimos contarle a Sweets lo sucedido en nuestro primer caso. Éste estaba escribiendo un libro sobre nuestra relación, pensando que entre nosotros no había pasado aun nada. Cuan equivocado estaba. No solo había pasado algo, sino que todo sería diferente para los dos a partir de ese día. Tras aquel primer beso, nuestra relación no sería solo de compañeros de trabajo, aunque yo no lo viese, nuestra relación era muy estrecha, no era una simple amistad, a Booth le confiaba muchas cosas y siempre que tenía algún problema o duda acudía a él. Yo solo me estaba engañando, intentaba no ver la realidad para no sufrir.
Después de que Sweets lo supiese, y éste le dijese a Booth que no se diese por vencido, nada volvió a ser igual. Es como si hubiese destapado la caja de Pandora que tan bien cerrada estaba.

Su segundo beso, esta vez sincero, sin esperar nada a cambio solo mi aceptación, abrió un abismo entre los dos. Yo no estaba preparada para llevar una relación seria, aun no podía dejar mis sentimientos al descubierto, seguía sintiendo que en cualquier momento me podían dañar. Sabía que Booth esperaba una relación duradera y yo no podía o no sabía si podía prometerle algo así. No quería dañarlo, no me perdonaría nunca el haberle lastimado. Pero mi rechazo hacia él acabaría molestándome posteriormente, ya que Booth no quería pasar toda su vida solo, él necesitaba alguien que lo quisiese con la pudiera compartir su vida, por lo que decidió rehacer su vida, empezando salir con una bióloga. Yo intenté hacer lo mismo, pero no podía, no sabía porque pero no llegaba a sentirme cómoda con la situación, al igual que Booth, que dejó de verse con la joven.
Me sentía confundida, y me di cuenta que sentía algo por él, no sé si amor o no, pero algo sentía, pese a negármelo a mi misma, mi relación con Booth no era lo que se puede decir una relación de amigos.

Por todo ello, cuando me mandaron la propuesta para este gran trabajo decidía aceptarlo. La relación entre Booth y yo se había vuelto algo tensa, ya no era lo mismo, evitamos hablar de muchos temas para no herirnos, se había perdido parte de esa complicidad que antes teníamos, y nuestras respectivas salidas con otras personas solo hacían lastimarnos aun más, sobre todo a Booth. Sabía que debía darle un giro a mi vida, debía alejarme durante un tiempo, además, tras la llamada del ejercito a Booth para entrenar a otros soldados, este se había negado a ir, y yo sabía que no era porque no quisiese. Los dos nos estamos influyendo en nuestras decisiones y estábamos provocando que ninguno de los dos avanzara. Tenía que desaparecer durante un año, era lo mejor para los dos.
Ninguno sabemos que nos deparará este año, lo que si sabemos es que es lo mejor que podemos hacer, sólo así veremos las cosas con perspectiva. Cuando pase este año, nada será lo mismo para ninguno de los dos, habremos vividos un año muy intenso, y quizás con la visión que te da el tiempo, podamos regresar y retomar nuestra relación donde la dejamos, arreglar las cosas pendientes.

domingo, 23 de mayo de 2010

PERSONAJES

- TEMPREANCE BRENNAN: Antropóloga forense y escritora con grandes dotes científico, siendo considerada la mejor en su campo.
Sus padres, Max y Cristine, fueron considerados durante años dos prófugos de la ley, y tras abandonar a sus hijos para protegerlos de posibles peligros, Cristine acabo siendo asesinada y Max se dió a la fuga, dejando a Brennan y a su hermano Rus, huérfanos.
Brennan fue dada a un centro de acogida, donde viviría los años más duro de su vida. Empezó a interesarse por las ciencias, concretamente por la antropología, pues tras lo ocurrido, intentó refugiarse en todo aquello que le permitiera dar explicaciones basadas en la razón, y le evitara tener que dar explicaciones centradas en los sentimientos. Con los años, se licenció como la mejor de su graduación y fue aceptada por el instituto de antropología Jeffersonnian, donde encontraría a su gran familia, su apoyo, y sobre todo, donde se formaría como profesional y como persona.
Considerada una persona fría y distante, bajo esa coraza, se esconde un ser lleno de dolor, de temor a abrirse a los demás, a dejar al descubierto sus sentimientos por miedo a ser herida, lo que le obliga a explicarlo todo mediante la ciencia, un campo seguro para ella. Todo esto le ha llevado a no tener, durante muchos años, vida social, a no tener amigos.

- SEELEY BOOTH: Agente especial del FBI, trabaja resolviendo crímenes junto con el Jeffersonnian. Cuidado por su abuelo Hank junto a su hermano Jared ras ser maltratado por su padre, se enroló en el ejército, donde estuvo trabajando hasta que la muerte de su compañero Parker, acabó desmoronándolo. Éste hecho, sería el detonante de su entrada en el FBI.
Booth, es padre de Parker, un niño de 7 años, fruto de una larga relación con Rebecca. Intentará pasar el mayor tiempo posible con el pequeño, para que no note su distancia.
De fuerte personalidad y carácter duro, es un hombre con grandes creencias religiosas, fiel a su patria. Su mayor virtud es la empatía, que le permite conectar con las personas y resolver los crímenes junto a su compañera Brennan, con la que establecerá un fuerte vínculo desde su primer día de trabajo junto.

- ÁNGELA MONTENEGRO: Licenciada en Bellas Artes, es la artista del Jeffersonnian. Su trabajo consiste en identificar a las víctimas de asesinatos mediante sus dotes artísticas y el Angelator, un programa de reconstrucción tanto humana como espacial.
De carácter abierto, es la mejor y, durante mucho tiempo, única amiga de Brennan.
Su adicción a las relaciones sexuales le provocará serios conflictos al verlo como una solución para no arriesgarse y mostrar sus sentimientos en las relaciones de pareja. Establecerá una estrecha amistad con Hodgins, con el que mantendrá algo más que una simple relación laboral.
Ángela es una joven con grandes expectativas en la vida, para la que su trabajo en el Jeffersonnian no significará lo mismo que para el resto del equipo, tendiendo a ser más sensible e incapaz de no ver el lado humano de las víctimas, por lo que destacará frente al resto.

- JACKS HODGINS: Especialista en entomología, geología y botánica.
Proviene de una familia adinerada, dueña de grandes fortunas. Pese a ello, decidió trabajar y ser reconocido por sus méritos.
Su talento en el laboratorio y su facilidad para descubrir hechos importantes en los asesinatos hace que el mismo se nombre “el rey del laboratorio”.
Su carácter extrovertido, gracioso, y su necesidad de crear experimentos para observar los datos obtenidos le convierte en el amigo perfecto de muchos compañeros y en el gran dolor de cabeza de Cam.
Tiene una fuerte tendencia a pensar que todo lo que ocurre es debido a una conspiración, lo que le llevará a ser investigado en varios ocasiones.
Su relación con Ángela será diferente a la del resto de compañeros del trabajo. Desde su entrada en el Jeffersonnian, se enamorará perdidamente de ella, causándole mucho dolor.

- CAMILA SAROYAN:
Jefa del laboratorio, máxima autoridad por la que todos sienten un gran respeto y admiración, aunque en un comienzo no fuese así.
Dedicada a la medicina durante años, dejo la bata por la antropología tras ser aceptada por el Jeffersonnian. Su entrada en el laboratorio no fue fácil: llego para ocupar el puesto que Dr. Goodman había dejado, y muchos, principalmente Brennan, no la vieron con buenos ojos, al haber sido una antigua novia de Booth.
Camila, es madre de Michel, una joven adolescente que perdió a su padre al morir a manos de uno de los leones del zoológico, el cual había sido novio de Cam durante varios años. Durante ese tiempo, Cam cuidó de la niña como si fuese su hija, así que tras la muerte de éste, la adoptó.
Cam es una persona sensata, muy responsable, dedicada en cuerpo y alma a su hija, lo que hará que no tengo prácticamente vida privada.

- GORDON GORDON: Es uno de los mejores psicólogos, y antiguo integrantes de un gran grupo de rock. Su profesión le llevará a conocer a Booth, tras un problema de éste con los payasos. Aunque en un principio a Gordon le cueste bastante hacerse con la confianza de Booth poco a poco va consiguiendo que su rechazo hacia los psicólogos sea menor. Llegará a establecer una relación tan estrecha con él que hará que esté le haga participe de su “relación” con Brennan.
Trabajará para el FBI, y al tener que comunicarles el comportamiento de este, viendo la relación que mantenía con Brennan, tan evidente para todos pero tan oculta y distinta para los protagonistas, decide alejarse y dejar de tratar a Booth, para darle paso a un nuevo psicólogo instruido, Sweets, que se convertirá el psicólogo del Jeffersonnian.
Tras unos años agotadores de trabajo intensivo, decide alejarse de la psicología y dedicarse a su otra gran pasión, la cocina.
Su enorme empatía y su capacidad para escuchar y entender a los demás, lo convierte en un gran amigo para todo el equipo del Jeffersonnian, ganándose su cariño y respeto.

martes, 11 de mayo de 2010

CAPÍTULO 5: NUEVA VIDA



El viaje hasta EEUU se me antojo interminable, no veía el momento de pisar tierra firme.
Durante todo el trayecto no me había podido sacar de la cabeza la imagen de Bones, estaba deseando llegar y poder hablar con ella. Me sentía nervioso, expectante, ilusionado,… Era de esas veces en la que sientes tantas emociones que es imposible describirlas, es un cosquilleo en el estómago, un nudo en la garganta, una alegría inmensa,… Después de tres semanas en Londres me había dado cuenta que mi lugar estaba en EEUU, junto a ella, solo así podría vivir mi vida plenamente y ser feliz. Ocurriera lo que ocurriese no me iba a resistir a perderla, era todo cuento quería en esta vida, sería capaz de darlo todo por verla feliz, y sabía que ella podría ser muy feliz conmigo, me negaba a aceptar que ella no sintiese algo por mi, amor o no, pero algo sentía, y a mi con eso me bastaba, mi cariño y mi amor hacia ella harían el resto.

Mientras estaba de camino hacia EEUU estuve pensando en la mejor manera de hacer las cosas, no quería arriesgarme demasiado o que mis acciones dieran resultados que yo no quisiese.
Tras aterrizar el avión, cogí mis pertenencias y me dirigí hacia la salida del aeropuerto. Tomé un taxi y me fui directo al apartamento de Gordon Gordon; quería darle una sorpresa, me había ayudado mucho durante estas tres semanas, y tenía muchas cosas que agradecerle, por ello quería que fuese el primero en saber que había vuelto.
Me acerqué a su casa, y lo vi asomado a la ventana. Se había dado cuenta de que había llegado y se dirigió lo más rápido que pudo hacia la puerta de entrada de su casa.
- Pero Booth, ¿qué haces aquí? – me dijo dándome un gran abrazo.
- Quería darte una sorpresa
- Podrías haberme avisado, hubiese ido a recogerte al aeropuerto.
- Lo decidí todo precipitadamente, y quería que no supieseis nada hasta que no llegase.
- Y, ¿qué es lo que te ha llevado a volver?
- Es una larga historia.
- Pues entra y cuéntamela. Supongo que estarás cansado, te prepararé una taza de café.
- Muchas gracias – le dije mientras pasaba a su casa.
- Es lo menos que puedo hacer después de que sea a la primera persona a la que visitas tras llegar aquí.
- ¿Cómo sabes que soy la primera persona a quien he visto?
- Porque llevas las maletas aún, lo que me indica que no has ido a ver a ninguno de los chicos ya que de otro modo te hubiesen ofrecido dejarlas en su casa, y tampoco has podido ver a ninguno de ellos en el aeropuerto porque todos están trabajando y como tú bien has dicho, no saben nada de tu llegada.
- Muy buena observación Gordon – le dije entre risas. Como había extrañado estas conversaciones con él, era una gran ayuda tenerlo cerca, pese a no confiar demasiado en los psicólogos, había descubierto que Gordon podía ser algo más que eso, no era un simple psicólogo, era una gran persona y un gran amigo. En él se podía confiar, por eso me atreví a contarle la verdad de mi partida desde el principio, sabía que él no me iba a fallar.
- Gracias, viniendo de ti es todo un halago. Bueno, dime, ¿por qué has vuelto? – me dijo mientras me traía la taza de café que me había prometido. Yo sabía que él ya conocía mis motivos, y que sólo quería que me atreviese a contárselo.
- Creo que ya lo sabes – le dije con cierto donaire.
- ¿Acaso nos hemos intercambiado los papeles? ¿Desde cuándo eres tú psicólogo? No hagas suposiciones y cuéntamelo Booth.
- Está bien, te lo contaré, pero no quiero que luego de hagas ningún reproche.

Se mantuvo bastante callado mientras le contaba todo lo ocurrido tras mi llamada a Brennan la noche anterior. De ves en cuando arqueaba las cejas o hacía el amago de hablar, para luego volver a sumergirse en mi historia. Al acabar no me dio tiempo a descansar ni un segundo cuando me dijo:
- Pero Booth, debes ir a hablar con ella, yo no sabía nada de Nick, bueno, si sabía que te estaba sustituyendo, pero nunca dijo nada sobre que estuviera saliendo con él, ni siquiera Ángela lo sabía.
- ¿Entonces tú no tenías conocimiento de ésta relación?
- Claro que no Booth, si lo hubiese sabido te lo hubiese contado, o ¿es que no me conoces?
- Lo sé Gordon, no debería de haber desconfiado de ti, pero entiéndeme, estaba confundido, no sabía que pensar.
- Te entiendo Booth, no tienes porque darme explicaciones.
El amor es muy bonito, pero a la vez muy difícil, comprendo que para ti esto no es fácil, he vivido contigo todo tú proceso de enamoramiento de Brennan, doy fe de que la quieres como a nadie, que no concibes la vida sin ella. Por eso he hecho todo lo posible por hacértelo todo más fácil. He tratado de mediar entre tú y Brennan, incluso esta semana le he pedido a Ángela que hablara con ella para que cogiera la baja un par de días.
- ¿Qué le ha ocurrido? – le pregunté alarmado
- No te preocupes, parece que ya esta mejor, aunque sigue de baja. Al parecer, tras tú llamada, y esto lo deduzco ahora que tú me has contado lo que sucedió, Brennan se quedó destrozada. Se pasaba el día muy triste, le entraban ataques de ansiedad, y cuando alguien intentaba saber que le ocurría, se cerraba en banda a hablar con nadie. Ángela conversó con ella, y le dijo que se tomara un descanso. Brennan estuvo muy reacia a tomar la baja, pero finalmente le dijo que se iba a tomar un par de días de descanso, que le vendría bien desconectar un poco. Los chicos hablan con ella todos los días y parece que está mejor, creo que piensa volver dentro de una semana al trabajo.
- ¿Pero yo creía que Brennan estaba saliendo con ese tal Nick?
- Por eso creo que lo mejor es que vayas a hablar con ella y aclares las cosas, deberías de haber ido primero a visitarla a ella, yo podía esperar, pero para vosotros el tiempo pasa, y si no te das prisa quizás sea demasiado tarde.
- Tienes razón, no hay tiempo que perder. Me voy a hacerle una visita a Brennan.
Me puse en pie y me dirigí a la entrada de la casa, pero antes de que pudiera salir Gordon se me acercó.
- Puedes dejar aquí las maletas
- No te preocupes, las llevaré conmigo, y tras visitar a Brennan las dejaré en mi casa.
- Está bien, pero sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras. Me alegro que hayas vuelto.
- Muchas gracias por todo Gordon, no sé que hubiese hecho de no ser por ti. Cada vez me alegro más de haber vuelto, me he dado cuenta que este es mi lugar, aquí está mi vida. Me tengo que ir, pero en cuento pueda te llamo para que nos veamos y te cuente como me ha ido todo.
- OK. Pues hasta luego entonces.
- Hasta luego Gordon. Nos vemos.

Hacia muy buen día. Tras mi regreso de Londres, EEUU me parecía el país más soleado del mundo, por eso preferí llegar a casa de Bones dando un paseo. Me apetecía ver los parques llenos de padres que llevan a pasar un agradable día a sus hijos, el bullicio de la ciudad a plena mañana y ese aroma que se respira proveniente de los puestos ambulantes.
Al llegar al apartamento de Brennan me pareció oír gritos. Eché a correr y pude apreciar la voz de Huesos.
- Te he dicho que no quiero saber nada de ti Nick, sabías desde el principio la verdad, no te he engañado, así que vete y déjame.
- Pero Bren, esto no puedo acabar así, lo que hubo entre los dos …
- ¿Que entre los dos? Hazte a la idea que nunca ha existido ni existirá un tu y yo.
- Esto no va a acabar así Brennan, no me doy tan fácilmente por vencido.
- Nick, por favor, no me hagas que te tenga que echar.
- Tranquila, me voy ya, pero no porque tú me lo digas, sino porque yo quiero, esta conversación no lleva a ninguna parte, cuando estés más calmada vendré a verte.
- No lo hagas Nick, no quiero hacer nada de lo que me arrepienta. Mantente alejado.
- Adiós Bren.
Acto seguido se escucho un portazo. Me escondí para que no me viera, y al salir de la casa lo pude ver bien. Era alto, como 1’80 metros, moreno, con una larga melena. Era el típico FBI apuesto que tenía a todas las chicas que quería, pero al parecer no había tenido mucho éxito con Brennan.
De repente una amplia sonrisa se dibujo en mi cara, y una sensación de alegría me invadió todo el cuerpo. Bones no estaba saliendo con Nick, había sido un malentendido. Ahora más que nunca tenía claro que no iba a parar hasta que consiguiese que me permitiera demostrarle lo mucho que la amaba.

Pon. Pon. Pon.
- ¿Quién es?
- Soy Booth
Rápidamente me abrió la puerta y se echo a mis brazos.
- Oh Booth te he echado tanto de menos- me dijo mientras una sonrisa aparecía por su bello rostro lleno de lágrimas de alegría.
- Y yo a ti Bones, no hay ni un día en que no me haya acordado de ti – le dije mientras le devolvía el abrazo.
- ¿Qué te ha hecho volver Booth?
- Es una larga historia que me gustaría contarte Huesos, siempre que tú quieras –le dijo yo esperando que su contestación no fuese negativa.
- Sabes que me gusta que entre los dos no haya ningún secreto, así que pasa, ponte cómodo y me lo cuentas todo.
- Gracias Bones.
- ¿Gracias porque?
- Por nada – le dije mientras me reía. Adoraba las conversaciones entre los dos, sobre todo momentos como este, en el cual, su poca vida social le hacía tener poco tacto en algunas situaciones o no saber de lo que se está hablando en otras. Al darle las gracias lo que había querido decirle es que le agradecía que fuese como era, inocente en muchas ocasiones, comprensiva, sincera aunque la verdad doliera, … No tenía palabras que explicaran todo lo que sentía por ella, me iba a costar tanto explicárselo …
- Pasa Booth. Perdona el desorden, no esperaba visitas.
- No pasa nada Huesos – le dije mientras echaba un vistazo a la casa. Se notaba que estos días no ha debido de tener muchos ánimos para nada, parecía que había intentado arreglar un poco todo pero no había surtido efecto. Tenía algunas prendas en el sofá, el lavavajillas estaba a medio poner, y tenía una cesta con ropa para poner la lavadora. De pronto me invadió una sensación de culpa, yo había sido el causante de su estado de salud, todo esto era culpa mía, si no me hubiese comportado como un imbécil todo esto no estaría sucediendo, tenía que solucionar lo que yo había causado.
- Lo siento.
- ¿Y ahora que sientes Booth? ¿No te comprendo?
- Siento haber sido el causante de todo esto, si no hubiese sido por mi tú no estarías ahora así.
- No es culpa tuya Booth, yo tengo mucho que ver en como estoy – me dijo mientras agachaba la cabeza.
- ¿Cómo? Ahora soy yo el que no comprende nada.
- Vayamos por partes Booth. Primero cuéntame porqué has vuelto – me dijo mientras me invitaba a sentarme en su sofá. Ella se sentó un poco alejada de mi, algo que yo no comprendí, pues ella ya sabía lo que yo sentía.
- Todo comenzó la noche pasada, cuando decidí llamarte. Como te dije, después de mi sueño me quedé preocupado, y necesitaba hablar contigo. No quería estar ocultando por más tiempo mis sentimientos. Así que me lancé a contarte la verdad – le dije mientras me iba acercando a ella pero, como si de un extraño se tratase, se volvió a alejar de mi. Había algo que se me escapaba, ¿Por qué se comportaba tan fría después de la calurosa que me había dado? – Para mi fue muy importante lo que te dije, desde que te con vida, sin conocí siempre pensé en como sería el momento en que te contara la verdad y siempre me lo imaginaba como el mejor día de mi vida, sin embargo, anoche cuando te dije que estaba enamorado de ti y te explique todo lo que me hice decirte que no a ser el donante de esperma, me quedé destrozado tras la conversación que mantuviste con ese tal Nick, con el que, por cierto, te he visto mantener una dura conversación. Nunca pensé que pudieras estar saliendo con otra persona que no fuese yo, sé que suena muy egoísta pero te amaba y te amo demasiado como para poder soportar verte con otra persona Bones – tras decir esto, fue ella la que se acercó más a mí, se hallaba a tan solo dos centímetros, podía oler su aroma a cerezas maduras, su perfume favorito.
- Esa es mi parte de culpa en todo esto – me dijo con una mirada triste - Cuando tú te fuiste, me sentía fatal, no sabía muy bien porque, era como si la mitad de mi se hubiese ido contigo, no soportaba ir a trabajar y no verte, tener un caso y no poderlo compartir contigo, pasar las tardes sin tener a alguien con él que conversar sobre lo ocurrido durante el día,… Estaba muy confusa, me sentía perdida. Sé que todos en el laboratorio estaban muy preocupados por mi, y no lo soportaba, no quería ser el centro de atención de todos, no quería que se preocupasen por mi. Por eso cuando Ángela me propuso ir a hablar con Gordon acepté, porque sabía que de ese modo los tranquilizaría. Me vino muy bien esa cita con Gordon, logré concentrarme en el trabajo y que tú pasaras a un segundo plano. Pero pocos días antes de tu llamada me llamó tu hijo, me dijo que quería ir al laboratorio a ver a mi padre, para hacer experimentos como hicieron una vez, y al verlo me recordó tanto a ti, que no lo pude soportar. Me hundí en la tristeza, me dí cuenta que estaba enamorada de ti, mi mente se negaba a aceptarlo, no quería volver a sufrir, ya había pasado demasiado, pero mi corazón me decía que te amaba, que nunca encontraría una persona como tú, que debía luchar. Pero yo creía que tú te habías marchado por algo que hice mal, pensé que no sabías nada de mi, así que hice lo que creía mejor, poner punto y final al pasado y empezar de nuevo. Cuando Nick entró a trabajar me pareció un chico muy apuesto, y al parecer, yo le gustaba, así que me dejé llevar. Sin embargo, siempre supe que nunca conseguiría olvidarte, te habías convertido en una persona fundamental en mi vida. Nick lo sabía todo, me pareció que era justo contárselo, sabes que yo nunca miento. Él siempre supo que si había alguna posibilidad contigo en algún momento nuestra “relación” acabaría en ese preciso instante. Pero Nick se enamoró de mi, es lógico, ya que soy una persona muy inteligente y muy guapa – no pude evitar sonreír ante esas palabras, siempre pensé que a Bones le faltaba un poquito de humildad, pero que le iba a hacer, ella era así, y tenía razones para serlo, después de todo era la mejor antropóloga forense del mundo – y no lo podía apartar de mi. Le dije que quería llevar nuestra relación en secreto, hasta que supiese a donde nos llevaba todo esto, pero él se negaba, y aunque conseguía que se mantuviera callado, a veces se le escapaba, como ocurrió el día en que me llamaste. Después de esa llamada, intenté volverte a llamar varias veces pero tenías el teléfono apagado. Me sentía fatal, no quería hablar con nadie, estaba muy triste. Los chicos se dieron cuenta, y tras la insistencia de Ángela decidí tomarme unos días de descanso, era lo mejor, no soportaba ver como todos hablaban de mi estado de salud a mis espaldas y desatendían sus actividades o su trabajo por mí. He estado de baja una semana y pensaba volver la semana que viene, me encontraba mejor. Había estado pensando y me dí cuenta que no iba a conseguir nada estando triste, debía recuperarme. Hace un par de minutos vino Nick y le expliqué lo ocurrido. Él se negaba a aceptar que lo nuestro nunca existió, que yo sólo estuve con él para tratar de olvidarte, pero tras tú llamada todo había cambiado, no quería tener nada que ver con él. Nick no atendía a razones, se había olvidado de mí y no quería ver que yo no sentía nada por él. Conseguí que se marchara pero me amenazó con volver, espero que no lo haga, no me gustaría tenerlo que denunciar, es un buen chico, pero cuando se obsesiona con algo no ve la realidad. Espero que me perdones Booth, no quería hacerte daño, era lo último que quería, solo estaba confundida y asustada por ser yo la causante de tú partida. Ahora me doy cuenta que mis temores eran infundados – me dijo cabizbaja.

No podía verla así, no me creía lo que estaba pensando, pero pese a contárnoslo todo, esto había ocurrido por falta de comunicación, si hubiese hablado con ella directamente tras mi salida del coma en lugar de huir, como hice, nada de esto hubiese pasado. Así que no podía dejar que ella se echase la culpa por algo que había causado yo al no ser claro desde un principio.
- Bones, no es culpa tuya – le dije mientras la cogía de la cintura. Esta vez no se resistió – Si hubiese sido claro desde un principio nada de esto hubiese ocurrido. Te quiero, y no puedo verte sufrir.
- Booth, no quiero sufrir, no quiero que me hagas daño, no soportaría que te volvieses a marchar.
- No te preocupes cariño, eso no volverá a ocurrir, te lo prometo - le dije, para a continuación fundirnos en un gran beso, el beso más hermoso de mi vida. Me sentía como un adolescente. Un enorme cosquilleo me invadió todo el cuerpo, era como estar en el cielo. Había soñado tantas veces con este momento que no me creía que estuviese ocurriendo. Mientras nos besábamos, Bones me quitó la camisa. Yo hice la misma operación con su jersey. Así, poco a poco, fuimos acercando nuestros cuerpos más y más hasta que se convirtieron en uno sólo.
- Te quiero Booth – me dijo susurrado al oído
- Y yo a ti Bones – le dije mientras con mis dedos recorría todo su cuerpo.



Han pasado dos años y muchas cosas han cambiado desde aquel mágico momento. De esa preciosa primera vez entre los dos, nació nuestra hija, Cristine, la cual se está divirtiendo en estos momentos con su hermanito, Jam, nacido hace dos meses. Cristine está como loca con su hermano, ahora mismo está ayudando a su mamá a cambiarle los pañales. En cuanto a Bones y a mi, todo nos ha ido bastante bien. Tras mi regreso, no volvimos a saber nada de Nick. Hace un par de días supe por mis compañeros del FBI que había vuelto a Texas, su ciudad, y que seguía siendo tan mujeriego como antes. Yo volví a trabajar como agente del FBI para el Jeffersonnian, junto a Huesos. No nos volvimos a separar desde aquel día, incluso voló conmigo a Londres para despedirme de los chicos del instituto Castle. Ángela se casó, finalmente, con Hodgins, pero no llegaron a tener hijos, querían vivir la vida, aunque Angie no descartaba la posibilidad de ser mamá.
Cam se dedicó en cuerpo y alma a su hija Michel y al laboratorio, donde conoció a un chico del que se enamoró perdidamente y con él que llevaba saliendo un año.
Todos se volcaron en el cuidado de nuestros hijos, Ángela parecía su tía, siempre cuidaba de ellos cuando nosotros salíamos, y a Hodgins se le caía la baba con él bebé.
Nunca olvidaré lo mucho que me ayudaron todos ellos, especialmente Gordon, que se convirtió en mi mejor amigo y el niñero de Cristine y Jam. A todos ellos les debo mi vida.
Muchas gracias chicos, de no ser por vosotros nunca hubiese sido feliz.

miércoles, 5 de mayo de 2010

CAPÍTULO 4: DECLARACIONES INESPERADAS

Me desperté sobresaltado, había tenido un sueño horrible. Intenté volverme a dormir, pero no podía, el sueño había sido demasiado intenso. Miré el reloj: las 4 de la madrugada. Mañana estaría cansado, pero ya que no podía dormir, decidí hacer algo productivo. Me levanté y me fui a la cocina. Me preparé una taza de café, y busqué en mi teléfono móvil el número de teléfono de Bones. La había intentado llamar por la tarde pero comunicaba. Ahora estaría trabajando, lo que me aseguraba que iba a poder hablar con ella, ya que siempre mantenía el número disponible por si alguien del caso quería contactar con ella.
Marqué su número, pero volvía a comunicar. ¿Dónde estaría?
Al quinta intentó lo conseguí.
- Bones, soy Booth, necesitaba hablar contigo.
- Ahora no puedo Booth, estoy muy ocupada.
- Brennan, por favor, llevo intentado hablar contigo toda la tarde, es importante para mí, y creo que para ti también. Por favor, solo te pido que me escuches, si no me quieres hablar te entenderé, pero creo que te debo una explicación, me siento muy mal por nuestra tensa relación, yo no quería que esto acabara así. Déjame, al menos, explicarme.
- Está bien, pero no creas que eso significa que te perdono Booth, me has lastimado mucho.
- Lo sé Bones, te entiendo. Me gustaría que con lo que te voy a contar me perdones, pero si no es así, lo respetaré.
- ¿Has hablado con Ángela?
- No, no he hablado con ella, pero ¿Qué ocurre si lo he hecho?- quería tantear el terreno, ver si ella acababa confesando lo que le había contado a Ángela, aunque sabía que eso no ocurriría.
- Si lo pienso racionalmente creo que …
- Brennan – le dije cortándola, sabía que ahora venía su típica charla de lo que supondría antropológicamente el hecho de que una amiga la hubiese traicionado, y yo lo único que quería era contarle la verdad – no importa, no he hablado con Ángela.
- Bueno Booth dime ya lo que me tengas que decir por favor – me dijo en un tono muy áspero.
- Hoy he tenido un sueño horrible contigo, yo…
- ¿Para eso me llamas Booth, para contarme tu sueño? – me dijo interrumpiéndome.
- Bones por favor, déjame acabar y luego me dices todo lo que quieras, pero por favor, no me interrumpas (puede escuchar un leve sonido de asentimiento) Como te andaba diciendo, en ese sueño, aparecías tú dándole el si quiero a un hombre que no era yo.
- ¿Y qué tiene eso de horrible Booth? Yo no creo en las bodas, y lo sabes, pero tampoco creo que si me casase hiciera algo malo.
- ¡No es eso Bones! – le grite desesperado – Llevo mucho tiempo negándome a mi mismo lo que siento por temor a no ser correspondido, pero creo que ha llegado la hora de que sepas la verdad.
- ¿De qué hablas Booth, no te comprendo?
Iba a tener que ser claro con ella y dejarme de rodeos si quería que entendiese todo lo que pretendía explicarle.
- Bones, ¿recuerdas el día en que me pediste ser tu donante de esperma para poder ser madre?
- Claro que lo recuerdo. También recuerdo que tú me dijiste que no.
- El motivo por el que me negué fue porque no quería ser sólo tu donante, quería implicarme en la labor de padre, darle el biberón, cambiarle los pañales, cuidarle cuando estuviese enfermo, aconsejarle sobre chicas,… No quería ser el que te había donado el esperma, quería ser el padre de tu hijo.
- ¿Por qué no me lo dijiste en su momento? Lo hubiese entendido Booth, tú no eres como yo, tú ves el lado humano de las personas, conectas con ella, cuando alguien sufre tú sufres con ellos, yo no tengo esa capacidad, por eso hubiese entendido que tuvieras la necesidad de ocuparte de tu hijo. Si me lo hubieses dicho antes ni siquiera te hubiese preguntado, no te hubiese comprometido a algo así.
- Ese es el problema Bones, que si no era yo el donante, no quería que fuese ninguno. Pero sabía que tú querías ser madre soltera, por eso prefería ser tu donante a sabiendas de que nunca podría ser su padre, a que fuese otra persona.
- Eso es algo que te honra Booth y que alabo de ti, pero ¿por qué esa negación a que fuese otra persona el donante? No iba a ejercer como padre, el niño crecería bajo mi cuidado, el padre no influiría para nada en su educación.
- Lo sé Huesos, y sé que tú serías una madre maravillosa que sacaría adelante a su hijo, pero no podía ver como tu hijo pertenecía a una persona que desconocías, a la que no amabas. Para mi tener un hijo es muy especial, nace de la conexión de dos personas que se aman, es fruto del cariño, de la pasión. Te merecías conocer esa sensación, tener la experiencia de ser madre con alguien que amaras de verdad.
- Booth, pero yo tenía claro que quería que mi hijo naciese por inseminación artificial, eso ya lo habíamos hablado.
- Pero tú no entrabas en razón Bones, y tampoco te quedaba otra alternativa, no creías conocer a la persona adecuada que pudiese ser el padre y con quien compartir su educación, no querías obligar a una persona a la carga que conlleva un hijo, pero yo estaba dispuesto a hacerlo, solo tenías que pedírmelo.
- Booth, pero no te podía pedir eso, no a ti, tú ya tienes tu hijo.
- ¿Y que hay de malo en tener uno contigo?
- Booth, ¿pero que estás diciendo? Sabes que yo no quería comprometer a alguien de por vida a ser padre, y mucho menos a ti, eres mi amigo, no podía hacerte eso.
- Pero yo quería hacerlo Brennan, deseaba tener un hijo contigo. Lo estuve pensando mucho, me llevé varios días sin saber que decirte cuando me preguntabas si estaba dispuesto a ser el donante, y me di cuenta que sin ti todo mi mundo se venía abajo, no quería lastimarte, pero no podía hacer algo para lo que no estaba preparado, no podía donarte mi esperma y saber que tendría un hijo al cual nunca conocería como tal.
- Pero no entiendo esa obseción por ser el padre de mi hijo Booth.
- ¿No lo entiendes Bones? No entiendes que estoy enamorado de ti. Desde aquel primer caso en el que trabajamos juntos no te he podido olvidar, y pese a que aquel primer beso no significó nada para ti, para mi fue el comienzo de mi amor por ti. Por eso deseaba ser el padre de ese bebé, me moría de celos si pensaba que otra persona ocuparía el lugar que yo anhelaba, si se llevaba esa parte de tu corazón que yo luche por conquistar, si te enamorabas de otro que no fuese yo, no lo podría soportar, te quiero demasiado. Nunca podré olvidar tu sonrisa, esa que ilumina a todo aquel que se encuentre a tu lado; tu belleza, que hizo que mi hermano te tirara los tejos; tu inteligencia, la que nos permite resolver todos los casos y que me hace a mi ser un patán – le dije mientras me reía -; y tu enorme corazón, lo que me enamoró de ti: eres capaz de luchar por lo que quieres aunque con ello corras peligro, y de darlo todo por lo que crees que es lo más justo. Eres una persona maravillosa Bones, aquella persona que se gane tu cariño y tu amor será la persona más afortunada de este mundo, se habrá llevado el tesoro más preciado.
- Booth, no se que decirte, yo… - empezó a decirme, pero antes de que acabara pude oír como alguien la llamaba.

• Brennan mi amor, te necesitamos en el laboratorio.
• Te he dicho que no me llames así en publico- escuche como le decía en un tono casi susurrado para que yo no pudiese oírla.
• Lo siento Bren. Te esperaremos.
• Podéis empezar sin mí, yo iré en cuanto acabe con la llamada, es muy importante.
• Está bien.

- Perdona Booth, era Nick, el agente del FBI que te ha sustituido en tu labor en el Jeffersonnian – pero bien que me ha sustituido, pensé yo. Le ha faltado tiempo para buscarse novio, no sé como le pudo insinuar a Ángela que sentía algo por mi, es que se había vuelto loca.
- No pasa nada Bones, yo me tengo que ir ya – le dije. No me quedaban ganas de seguir hablando con ella después de lo que había escuchado.
- Pero Booth, no me has dejado …
- Bye Bones – le dije cortándola, y acto seguido, colgué.

La llamada me había dejado destrozado. Le había abierto mi corazón, le había dicho lo que nunca me atreví a decirle, y ¿para qué? ¿De que me había servido decirle lo mucho que la quería y lo enamorado que estaba de ella?
No entendía nada. Si Bones le había insinuado a Ángela que estaba enamorada de mí, cuando se lo dijo no habría empezado a salir con Nick, lo cual quería decir que solo llevaban un par de días. ¿Y ya la llamaba cariño? ¡Pues si que iban a rápido! Además, si Gordon no me había dicho nada quería decir que ninguno de los chicos lo sabían, porque de otro modo, Gordon me lo hubiese contado al igual que me había dicho lo que Ángela le reveló bajo secreto profesional. Eran demasiadas las dudas, y ya no sabía que hacer, me había pasado mucho tiempo huyendo de mis sentimientos, no quería tenerlo que hacer por más tiempo.
Mientras pensaba, sonó mi teléfono móvil, era Brennan. Ahora lo que menos me apetecía era tener que hablar con ella así que lo apagué. Necesitaba aclarar las ideas, y conocía el sitio perfecto. Eran las 5 de la madrugada, una hora idónea para salir a dar un paseo por la ciudad de Londres. Me vestí y me dirigí a la entrada de la casa para tomar mi cazadora.

Al salir note el aire frío en mi cara, mi cuerpo se estremeció ante ello, pero poco a poco se fue acostumbrando hasta que no llegué a notarlo. Me parecía una noche preciosa, el cielo estaba estrellado, y la luna llena iluminaba Londres. Me dirigí hacia la zona sur de la ciudad, donde se encontraba el parque al cual me gustaba ir a desconectar cuando me sentía mal.
Al llegar pude ver un banco cercano a un pequeño lago. Me senté ahí.
Me maravillaba Londres de madrugada, era una ciudad diferente, hermosa, silenciosa, mágica.
Desde esta zona podía ver toda la ciudad, te sentías el rey del mundo pudiendo contemplarlo todo.
Aquí podía relajarme y pensar. Tenía que ordenar las ideas.
Primero, necesitaba hablar con Gordon, que él me confirmara que no sabía nada de la relación de Brennan con ese tal Nick. No quería hacerme a la idea de que me había mentido, él nunca lo haría.
Segundo, tenía que aclarar todo esto con Brennan una vez hubiese hablado con Gordon.
Y tercero, todo esto no podía hacerlo desde aquí, una llamada me parecía demasiado frío para solucionarlo todo, así que no me quedaba más remedio que volver a EEUU. Así que iba a necesitar un enorme favor de mi compañera del FBI, y no sé si me lo iba a querer hacer.
Miré la hora. Eran las 7 de la mañana, pronto entraría a trabajar, por lo que deduje que la agente estaría ya levantada, tomándose su taza de café (odio el café inglés, nunca entenderé como a los ingleses puede gustarle, es horrible). Si me daba prisa, quizás pudiera llegar a su casa para hablar personalmente con ella.
Al llegar a su casa vi como tenía las luces del salón encendidas: aún estaba allí. Golpeé con los nudillos la puerta. Tuve que esperar un par de minutos hasta que ella me abrió:
- ¡Booth! – me dijo con cara de sorpresa - ¿Qué haces aquí?
- Necesitaba hablar contigo, es importante.
- Esta bien, pasa, tenemos tiempo de hablar antes de irnos a trabajar.
Al entrar en su casa me llamó la atención no encontrar ninguna foto o cuadro, solo se podía ver un pequeño lienzo en el salón. Era una casa muy amplia, tenía dos plantas, y estaba decorada de manera sencilla y elegante. Me dirigió hacia el comedor, donde se estaba preparando el desayuno. Me indicó que me sentará, y ella terminó de prepararse el desayuno.
- Bueno Booth, cuéntame, ¿Qué es tan urgente como para que vengas a visitarme a ésta hora?
- Necesito contarte la verdad, ha llegado la hora de que sepas el motivo por el cual solicité la entrada en el instituto Castle.
- Pero tú me dijiste que te despidieron porque hubo un reajuste de plantilla, ¿acaso no fue eso lo que ocurrió? ¿Es que me has mentido?
- Lo siento, pero debía hacerlo. No me despidieron por lo que te dije, es mas, no me despidieron, fui yo el que decidió marcharse.
- Pero, ¿por qué Booth? No lo entiendo, si tú hablas muy bien de tus compañeros, y siempre dices que te trataban muy bien, que han llegado a convertirse en tus amigos. ¿Por qué dejar un lugar que te reporta tanto personal y profesionalmente?
- Eso es lo que te quería explicar.
Traté de explicarle toda la historia de la relación entre Brennan y yo, sólo así podría comprenderme, ella había sentido algo similar por su compañero fallecido, así que supuse que podría entender lo que me ocurría.
Tras contárselo todo paso por paso, y narrarle lo ocurrido tras la visita de los chicos y lo acontecido a partir de ella, la agente se quedó pensativa.
- Booth, necesitas ir a ver a Brennan a EEUU, quizás solo sea un malentendido y podáis arreglar las cosas. No puedes quedarte de brazos cruzados, si no vas a por ella te arrepentirás toda tu vida.
- Sabía que lo entenderías. Venía a pedirte permiso para ir a hablar con los chicos y con Brennan personalmente.
- Eso no tienes ni que pedírmelo Booth. No hay día en que no me arrepentida de no haber sido clara con la persona que quería y haberle dicho lo que sentía. Me engañaba a mi misma diciéndome que no sentía nada por él, que solo era una historia pasajera, y ya es demasiado tarde para arreglarlo. No pienso ver como a ti te ocurre lo mismo. Ve a por ella Booth, y no pares hasta que la consigas, hazme el favor – me dijo con una amplia sonrisa. Me había equivocado con ella, era una persona encantadora, solo se comportaba de manera distante conmigo porque estaba de prueba, pero tras acabar, su comportamiento hacia mí había cambiado radicalmente y había vuelto a ser la persona que yo conocí, alegre, divertida y simpática.
- Muchas gracias, eres una gran persona.
- No tienes que dármela Booth, no me gustaría que recayese sobre mi conciencia el haber impedido que dos personas fuesen felices. Ahora vete, Brennan te está esperando.
- Pero, tengo que despedirme de mis compañeros de trabajo, es lo menos que puedo hacer, se han portado muy bien conmigo.
- Booth, no sabemos si esto será una despedida definitiva. Creo que por ahora es mejor que no sepan nada hasta que tú no dejes claro todo con Brennan y veas como se desarrollan las cosas, porque si se lo decimos y no sale bien, que espero que no ocurra, los chicos no me van a perdonar que te haya dejado irte y que después vuelvas como si nada.
- Está bien, llevas razón.
- Además, siempre tienes la posibilidad de volver, si todo te va bien en EEUU para despedirte de ellos como se merecen, sin que ellos sepan nada de tu viaje, yo les diré que te has ausentado por problemas personales pero que en cuanto se solucionen volverás, y si tú luego decides no volver a trabajar con nosotros pues entonces vuelves y te despides de ellos.
- Pero, ¿Qué pasa con el contrato que firme por plazo de un año?
- Ah, eso solo era para ver si tú compromiso de trabajar con nosotros iba en serio, pero tras pasar el periodo de prueba lo rompí – me dijo entre risas.
- No sabes cuanto te agradezco todo lo que estás haciendo por mi.
- Ya basta de cháchara Booth, vete ya – me dijo con una amplia sonrisa, y acto seguido me dio un gran abrazo.

Tras esta agradable charla con la agente, me dí cuenta que debía luchar por Brennan, no sabía lo que el futuro me depararía, y estaba claro que si no hacía nada la perdería para siempre. Quizás aun estaba a tiempo de solucionar las cosas. Así que me dirigí a casa y preparé las maletas. Metí todo lo que me había traído, algo me decía que no volvería a Londres, al menos, por una larga temporada. Vine para alejarme de Bones y olvidarme de ella, pero con las ideas más claras me había dado cuenta que nunca la iba a poder olvidar, lo único que iba a conseguir sería engañarme a mi mismo, pero nunca la olvidaría.
Una vez recogido todo, me dirigí al aeropuerto y puse rumbo hacia EEUU, mi hogar, el país en el cual se encontraba el amor de mi vida.