Me desperté y me dije a mi misma: "Solo ha sido un sueño, Booth regresará conmigo a Whashington dentro de un día". Pero me levanté de la cama y vi todos los informes y su foto tirada por el suelo. Definitivamente no había sido un sueño ...
Después de la llamada de Booth, me quedé herida, dolida, lastimada. Estaba tan enfadad conmigo misma por no haber sido capaz de "llevar una vida insustancial", como una vez me dijo Gordon Gordon, que sólo podía llorar. De la rabia reprimida que sentía tiré todos los informes y la foto de Booth al suelo, no quería saber nada de nadie. Finalmente mi cuerpo cedió y acabé cayendo en un profundo sueño.
Mientras recordaba lo sucedido no me percaté que me había acercando hasta mi despacho y estaba llamando a Ángela. Cuando me dí cuenta pensé en colgar, pero necesitaba hablar con alguien y Angie era mi mejor amiga, siempre me daba buenos consejos, además entendía el comportamiento humano, algo que me ayudaba mucho, conectaba muy bien con las personas.
A- Ángela Montenegro.
Br- ¡Ángela! Soy Brennan. ¿Qué tal estás?
A- Hola cielo, que alegría oírte, pensé que no volvería a saber de ti ...
¡Hodgins, espera un segundo por favor!
Br- Oh, ¿interrumpo algo?
A- No Bren, es Hodgins, que no para. Estamos aún en París, regresaremos mañana por la noche. ¿Cómo te ha ido todo por la isla cariño?
Br- Bien hasta hace un par de días.
A- ¿Qué ha sucedido Brennan?
Br- De eso quería hablarte, necesito tu consejo, no sé que hacer.
Pasé algo más de una hora poniendo al día a Ángela de todo lo acaecido durante los últimos días. Me resultaba incómodo sabiendo que estaba con Hodgins, no quería molestar, pero necesitaba su apoyo y su ayuda.
A- Cielo, lo siento. La verdad es que el comportamiento y la decisión de Booth me ha dejado confundida. Él no suele reaccionar así. Su estancia en Afganistán debe de haberle cambiado mucho.
Br- Yo tampoco me esperaba que me fuese a decir eso, aunque sabía que pasaba algo. ¿Qué crees que debo hacer Ángela? Aunque he aprendido durante este año a tratar a las personas y a entender mejor el comportamiento humano, aún me falta práctica.
A- No sabría que decirte en este caso. Creo que las cosas entre ustedes son ya muy complicadas como para que yo me inmiscuya. No tepuedo decir lo que debes hacer, pero si lo que yo haría: yo lucharía. Creo que has dado un gran paso al decirle a Booth que habías comprendido el error que cometiste y que lo querías remediar. El daño ya está hecho, y como una vez te dije, si por amor no te arriesgas, te perderás mucho.
Br- Pero, ¿cómo lo hago? Booth se va a quedar en Afganistán y yo no quiero volver a Whashignton sin él. Estoy pensando en quedarme una temporada por aquí. No sé como hacerle cambiar de opinión.
A- Si es lo mejor para ti y lo que quieres, adelante, quedate allí un poco más. Yo se lo explicaré a los demás. Pero con respceto a Booth, no te dés por vencida. Trata de no perder el contacto, y si puedes, intenta quedar con él algún día de los que tendrá libre para ver a su hijo. Acercaté a él todo lo posible, demuestrale que no tienes miedo a comenzar una relación duradera, que has cambiado, que deseas estar a su lado.
Br- No sé si es buena idea Ángela.
A- Tú hazme caso cielo, en estas cosas nunca me equivoco. Booth debe ver tu cambio, debe ser el mismo quien lo descubra.
Br- Está bien, ésta vez te haré caso. Es lo único que puedo hacer para que cambie de idea. Muchas gracias Ángela, eres una gran amiga.
A- De nada Bren. Cariño, si no te importa hablamos en otro momento. Hodgins se está enfadando un poco porque le he echado de la cama.
Br- Claro Ángela, no quiero molestar. Ya te llamaré en otro momento para hablar. Adios.
A- Adios cielo.
Las palabras de Ángela me habían reconfortado. Tras varios días inquieta, me había tranquilizado. Sabía que se avecinaban meses duros, de soledad, tristeza, debería hallar el modo de mantenerme con fuerzas para no hundirme si lo que escuchaba no me gustaba, como me había ocurrido. Yo solo quería arreglarlo todo con él, volver a empezar desde aquel día en el que Sweets le dió a Booth el empujón que le faltaba para que moviese ficha en el juego que hacía tiempo habíamos comenzado los dos. Ahora me tocaba a mi mover ficha, esta vez tenía que pensarme bien la estrategia a seguir, pues yo no era jugadora pese a que hubiese empezado el juego, era él quien me guiaba. Pero en estos momentos debía jugar yo sola, sin su ayuda, y tenía que hacerlo bien, pues todo dependía de ello.
lunes, 28 de junio de 2010
sábado, 26 de junio de 2010
LOST EXPERIENCE: Capítulo IV
Todos mis temores, de repente, empezaron a cobrar protagonismo. Mis sueños no eran simples sueños, era mi subconsciente mostrándome aquello que yo intentaba negar, la posibilidad de que quizás Booth decidiera quedarse en Afganistán durante algo más de tiempo. Yo no comprendía como había llegado a esa decisión. Durante cinco años el había estado enamorado de mi, en más de una ocasión había dado muestras de ello, pero yo estaba demasiado cegada por mi pasado y cuando se atrevió a contármelo y a abrir su corazón, yo me negué a arriesgarme. No podía entender que ahora ya no le importase y prefiriese quedarse en Afganistán. Parecía como si todas nuestras vivencias se hubiesen borrado, perdido, y ya no tuviesen importancia alguna para él. Pero yo me negaba a creerlo.
B- Cuando decidí aceptar volver a formar parte del ejército creía que sería un año duro y difícil para mí porque estaría un año alejado de ti. Yo sólo tomé dicha decisión para evitar tener que ir a trabajar cada día y no verte allí, tener que ayudar a otra antropóloga forense y echar de menos tus comentarios fuera de lugar, tu cercanía. Pero las cosas me han ido bien. No te puedo negar que los primeros meses te extrañé mucho, pero aquí se vive de un modo diferente, aprendes a valorar lo realmente importante. Yo descubrí que podía llegar a ser muy útil, me sentí plenamente realizado, es hermoso ver como lo que has aprendido puede salvarle la vida a otros compañeros. La experiencia ha sido tan enriquecedora que, cuando hace un par de días me propusieron seguir trabajando con ellos durante algo más de tiempo, acepté. Estuve algunos días pensándolo, porque allí en Washington tengo a mi hijo, mi trabajo y os tengo a ti y a los chicos, pero si ponía todo en una balanza, quedarme aquí pesaba algo más si podía ver a Parker. Así que hablé con el jefe y me permitió pasar una semana completa cada dos en Washington para verlo. Por eso me quedo aquí Brennan.
Br- Pero Booth, ¿prometimos encontrarnos pasado este año?
B- Lo sé Brennan, y lo siento, pero creo que es hora de pasar página. Tú y yo nunca seremos alga más que amigos, así lo decidiste tú. No puedo presionarte a que cambies de opinión, ni pretendo hacerlo. Pero no puedo esperarte por más tiempo. No puedo reducir mi vida a una decisión que no depende de mí. Quiero ser feliz, vivir sin sufrir ser rechazado y destrozado.
Br- Pero Booth, he cambiado. Las cosas pueden ser diferentes ahora. Me he dado cuenta del error que cometí y me gustaría remediarlo.
B- Ya es demasiado tarde Brennan. He tomado una decisión, y aunque sé que has cambiado, también sé que volver a Washington contigo puede no ser lo que esperaba.
Br- ¿Por qué lo dices Booth? No te comprendo.
B- Quizás las cosas no salgan bien y alguno de los dos salga herido.
Br- Es un riesgo que debemos asumir y que yo asumo.
B- Lo siento pero yo no puedo, no quiero dejarlo todo ahora que me va bien para arriesgarme a algo que no es seguro. Creo que ya te he esperado suficiente Brennan, me merezco vivir.
Br- Booth, no puedo volver sin ti, no así. No quiero trabajar sin tenerte cerca. Dime al menos que volverás pronto.
B- No lo sé Brennan, no tengo fecha para volver. Cuando esté preparado para regresar lo haré. Perdona si esto te lastima, pero yo no puedo seguir.
Br- No, perdona tú si te he molestado, no debí llamarte. Me tengo que ir, ya te llamaré.
Colgué el teléfono mientras unas pequeñas gotas de lágrimas corrían por mis mejillas como si fuese un río. Ese era el motivo por el que siempre me protegía, por el que me cree una coraza, para que nadie pudiese atravesarla y llegar hasta mis sentimientos. Sabía que esto podía ocurrir, por ello me había negado a tener algo más con él. Y ahora, por intentar romper esa coraza para ser “humana”, mi corazón había sido hecho añicos. No podía parar de llorar, no encontraba consuelo alguno.
Tomé entre mis manos una foto de Booth que guardaba en un cajón de la cómoda, que me había servido para paliar el dolor de tenerlo lejos, y vinieron a mi mente aquellos bonitos momentos vividos entre los dos: mi primer caso a su lado que acabo en aquel apasionado beso; las navidades con mi hermano Rus en la cárcel y ese hermoso gesto de Booth; mi padre y Parker jugando a los científicos ante nuestra atenta mirada, el día en que la sepulturera me enterró junto a Hodgins y Booth me liberó; las últimas navidades a su lado; la declaración de Booth y ese segundo beso, esta vez tierno, sincero,….
No podía dejar de pensar en esos bellos momentos. Ya no se volverían a repetir. ¿Es que no le importaba todo lo que habíamos vivido durante estos cinco años? ¿No tenían ningún significado para él?
B- Cuando decidí aceptar volver a formar parte del ejército creía que sería un año duro y difícil para mí porque estaría un año alejado de ti. Yo sólo tomé dicha decisión para evitar tener que ir a trabajar cada día y no verte allí, tener que ayudar a otra antropóloga forense y echar de menos tus comentarios fuera de lugar, tu cercanía. Pero las cosas me han ido bien. No te puedo negar que los primeros meses te extrañé mucho, pero aquí se vive de un modo diferente, aprendes a valorar lo realmente importante. Yo descubrí que podía llegar a ser muy útil, me sentí plenamente realizado, es hermoso ver como lo que has aprendido puede salvarle la vida a otros compañeros. La experiencia ha sido tan enriquecedora que, cuando hace un par de días me propusieron seguir trabajando con ellos durante algo más de tiempo, acepté. Estuve algunos días pensándolo, porque allí en Washington tengo a mi hijo, mi trabajo y os tengo a ti y a los chicos, pero si ponía todo en una balanza, quedarme aquí pesaba algo más si podía ver a Parker. Así que hablé con el jefe y me permitió pasar una semana completa cada dos en Washington para verlo. Por eso me quedo aquí Brennan.
Br- Pero Booth, ¿prometimos encontrarnos pasado este año?
B- Lo sé Brennan, y lo siento, pero creo que es hora de pasar página. Tú y yo nunca seremos alga más que amigos, así lo decidiste tú. No puedo presionarte a que cambies de opinión, ni pretendo hacerlo. Pero no puedo esperarte por más tiempo. No puedo reducir mi vida a una decisión que no depende de mí. Quiero ser feliz, vivir sin sufrir ser rechazado y destrozado.
Br- Pero Booth, he cambiado. Las cosas pueden ser diferentes ahora. Me he dado cuenta del error que cometí y me gustaría remediarlo.
B- Ya es demasiado tarde Brennan. He tomado una decisión, y aunque sé que has cambiado, también sé que volver a Washington contigo puede no ser lo que esperaba.
Br- ¿Por qué lo dices Booth? No te comprendo.
B- Quizás las cosas no salgan bien y alguno de los dos salga herido.
Br- Es un riesgo que debemos asumir y que yo asumo.
B- Lo siento pero yo no puedo, no quiero dejarlo todo ahora que me va bien para arriesgarme a algo que no es seguro. Creo que ya te he esperado suficiente Brennan, me merezco vivir.
Br- Booth, no puedo volver sin ti, no así. No quiero trabajar sin tenerte cerca. Dime al menos que volverás pronto.
B- No lo sé Brennan, no tengo fecha para volver. Cuando esté preparado para regresar lo haré. Perdona si esto te lastima, pero yo no puedo seguir.
Br- No, perdona tú si te he molestado, no debí llamarte. Me tengo que ir, ya te llamaré.
Colgué el teléfono mientras unas pequeñas gotas de lágrimas corrían por mis mejillas como si fuese un río. Ese era el motivo por el que siempre me protegía, por el que me cree una coraza, para que nadie pudiese atravesarla y llegar hasta mis sentimientos. Sabía que esto podía ocurrir, por ello me había negado a tener algo más con él. Y ahora, por intentar romper esa coraza para ser “humana”, mi corazón había sido hecho añicos. No podía parar de llorar, no encontraba consuelo alguno.
Tomé entre mis manos una foto de Booth que guardaba en un cajón de la cómoda, que me había servido para paliar el dolor de tenerlo lejos, y vinieron a mi mente aquellos bonitos momentos vividos entre los dos: mi primer caso a su lado que acabo en aquel apasionado beso; las navidades con mi hermano Rus en la cárcel y ese hermoso gesto de Booth; mi padre y Parker jugando a los científicos ante nuestra atenta mirada, el día en que la sepulturera me enterró junto a Hodgins y Booth me liberó; las últimas navidades a su lado; la declaración de Booth y ese segundo beso, esta vez tierno, sincero,….
No podía dejar de pensar en esos bellos momentos. Ya no se volverían a repetir. ¿Es que no le importaba todo lo que habíamos vivido durante estos cinco años? ¿No tenían ningún significado para él?
jueves, 24 de junio de 2010
LOST EXPERIENCE: Capítulo III
No pude dormir en toda la noche, estaba inquieta. Booth no me había llamado esa tarde. Quizás no había llegado aún, me sentía impotente, no podía hacer nada. Me senté en la cama, y con la tenue luz de la luna que se colaba por mi ventana me puse a revisar el informe para la fiscal del último caso que había realizado aquí en las islas, mi último caso antes de volver de nuevo a Whasignton.
Llevaba dos noche sin dormir a causa del extraño sueño y estaba agotada. Mientras revisaba el informe fui notando que los párpados me pesaban, las letras se me mezclaban, y la luz se iba desvaneciendo. Había llegad a la fase rem, cuando creí escuchar el sonido de mi teléfono, pero debido a mi estado de somnolencia no era capaz de discernir si estaba dentro de un sueño o no. La llamada era tan insistente que me di cuenta que era real. Me desperté y vi mi móvil vibrar. Me recliné en la cama, me coloqué un cojín el espalda para disminuir en dolor causado por la mala postura adquirida mientras dormía y descolgué la llamada:
B- Bones, ¿que ocurre? Me dijo el comandante que querías hablar conmigo urgentemente.
Br- Hola Booth, me alegro de oírte. Llevo dos días soñando contigo y temía que te hubiese ocurrido algo o que tuvieses algún motivo por el que no fueses a volver dentro de dos días a Whasington.
B- ¿Tú haciéndole caso a los sueños? ¿Qué te ocurre Huesos?
Br- Te sorprenderías de las cosas que he aprendido y he mejorado este año. Pero por favor, contéstame Booth.
B- Es que me has dejado sorprendido, eso es todo. No me esperaba que hubiese cambiado tanto. Verás Brennan, lo que te tengo que contar es mejor hablarlo en persona, no me gustaría hacerlo por teléfono, es demasiado frío.
Br- Pues entonces, ¿cómo quieres hacerlo Booth?
B- Tenía pensado pasarme mañana por las islas Malukus. Tengo ciertas cosas que hacer por esa zona, así que me coge de paso.
Br- ¿Eso quiere decir que no vas a volver a Whasington?
B- Es parte de lo que quiero contarte mañana Bones. No me preguntes más por favor, quiero estar allí cuando te cuente lo que sucede.
Br- Compréndeme Booth, he pasad mucho miedo por si no volvías, y a la vez sentía que si algo te ocurriese sería culpa mía, pues si yo nunca hubiese aceptado trabajar durante este año en las islas, tú no te hubieses ido a Afganistan.
B- No tienes que preocuparte por mi Bones, estoy bien, no es culpa tuya que yo no vuelva a Whasington. !Oh no, joder! No quería decir eso Huesos.
Br- Mis presentimientos no eran infundados, es verdad, no vas a volver.
B- ¡Brennan, por favor, escúchame! Por esto quería ir a verte, no tenía pensado contártelo de este modo, pero no he podido ocultártelo por más tiempo, se me ha escapado.
Br- Booth, necesito saber la verdad, el motivo por el que no vas a volver. No puedes decirme esto y dejarme así.
B- Seré sincero contigo y te lo contaré. Ya que sabes parte, tienes derecho a saber toda la verdad. Somos compañeros desde hace cinco años, siempre hemos sido sinceros el uno con el otro, nunca me has ocultado nada, y yo no puedo hacerlo ahora.
Br- Sí, creo que es justo que me cuentes la verdad.
Te escucho.
Llevaba dos noche sin dormir a causa del extraño sueño y estaba agotada. Mientras revisaba el informe fui notando que los párpados me pesaban, las letras se me mezclaban, y la luz se iba desvaneciendo. Había llegad a la fase rem, cuando creí escuchar el sonido de mi teléfono, pero debido a mi estado de somnolencia no era capaz de discernir si estaba dentro de un sueño o no. La llamada era tan insistente que me di cuenta que era real. Me desperté y vi mi móvil vibrar. Me recliné en la cama, me coloqué un cojín el espalda para disminuir en dolor causado por la mala postura adquirida mientras dormía y descolgué la llamada:
B- Bones, ¿que ocurre? Me dijo el comandante que querías hablar conmigo urgentemente.
Br- Hola Booth, me alegro de oírte. Llevo dos días soñando contigo y temía que te hubiese ocurrido algo o que tuvieses algún motivo por el que no fueses a volver dentro de dos días a Whasington.
B- ¿Tú haciéndole caso a los sueños? ¿Qué te ocurre Huesos?
Br- Te sorprenderías de las cosas que he aprendido y he mejorado este año. Pero por favor, contéstame Booth.
B- Es que me has dejado sorprendido, eso es todo. No me esperaba que hubiese cambiado tanto. Verás Brennan, lo que te tengo que contar es mejor hablarlo en persona, no me gustaría hacerlo por teléfono, es demasiado frío.
Br- Pues entonces, ¿cómo quieres hacerlo Booth?
B- Tenía pensado pasarme mañana por las islas Malukus. Tengo ciertas cosas que hacer por esa zona, así que me coge de paso.
Br- ¿Eso quiere decir que no vas a volver a Whasington?
B- Es parte de lo que quiero contarte mañana Bones. No me preguntes más por favor, quiero estar allí cuando te cuente lo que sucede.
Br- Compréndeme Booth, he pasad mucho miedo por si no volvías, y a la vez sentía que si algo te ocurriese sería culpa mía, pues si yo nunca hubiese aceptado trabajar durante este año en las islas, tú no te hubieses ido a Afganistan.
B- No tienes que preocuparte por mi Bones, estoy bien, no es culpa tuya que yo no vuelva a Whasington. !Oh no, joder! No quería decir eso Huesos.
Br- Mis presentimientos no eran infundados, es verdad, no vas a volver.
B- ¡Brennan, por favor, escúchame! Por esto quería ir a verte, no tenía pensado contártelo de este modo, pero no he podido ocultártelo por más tiempo, se me ha escapado.
Br- Booth, necesito saber la verdad, el motivo por el que no vas a volver. No puedes decirme esto y dejarme así.
B- Seré sincero contigo y te lo contaré. Ya que sabes parte, tienes derecho a saber toda la verdad. Somos compañeros desde hace cinco años, siempre hemos sido sinceros el uno con el otro, nunca me has ocultado nada, y yo no puedo hacerlo ahora.
Br- Sí, creo que es justo que me cuentes la verdad.
Te escucho.
jueves, 17 de junio de 2010
LOST EXPERIENCE: Capítulo II
No había vuelto a saber nada de Booth desde aquel día cuando nos despedimos y tomé el avión hacia las islas Malukus. Les prohibí a todos que me llamasen durante este tiempo, quería desconectar totalmente, alejarme del mundo y encontrarme conmigo misma, necesita ver que es lo que quería hacer con mi vida, y eso solo lo conseguiría alejándome de todo aquello que pudiera influir en mis futuras decisiones.
Pero tras este extraño sueño, sentí la necesidad de hablar con Booth, quería saber que estaba bien, que nada malo le había ocurrido, pero no sabía como contactar con él, pues nos había avisado que solo podríamos comunicarnos con él a través de la base militar. Pero yo no lo había llamado nunca, no sabía como acceder a él, como no tenía pensado hablar con nadie este año, no pedí el número de teléfono. ¿Cómo iba a contactar con él? De repente se me ocurrió una solución: Cam.
Estaba segura de que ella habría hablado más de una vez con Booth, eran amigos desde hacía mucho tiempo, y ella se preocupadaba mucho de él. Pero no quería arriesgarme, acercarme demasiado a él, porque quizás el se habría olvidado de mi en este tiempo. No sabía que hacer. Las experiencias vividas durante este año me habían enseñado que a veces es mejor arriesgarse, dejarse llevar, pero aún existía la lucha interna de mi parte racional que se negaba a realizar cualquier acción que no tuviese una base empírica, y para los sentimientos no la había.
Odiaba todo esto. Odiaba haberme separado de Booth para emprender un viaje hacia lo humano, lo abstracto y no racional. Pero ya no había marcha atrás, debía ser consecuente con lo que elegí, y si decidí apartarme de él fue para evolucionar, para ser una "persona", así que me armé de valor y llamé a Cam.
C- Camila Saroyan, directora del Instituto Jeffersonnian.
Br- Cam, soy Brennan.
C- ¡Brennan! Que alegría me da oírte. No sabía nada de ti desde que nos despedimos. ¿Qué tal por las islas Malukus?
Br- No es una llamada de cortesía Cam.
C- Ya veo que hay cosas que no han cambiado.
Br- ¿A qué te refieres?
C- Déjalo Brennan. ¿A qué debo tu llamada?
Br- Es muy largo de explicar y no dispongo de mucho tiempo en estos momentos.
C- Me estás preocupando.
Br- Así es como me siento yo. Necesito que me des el número de teléfono de la base militar de Booth, tengo que hablar con él.
C- ¿Ocurre algo que deba saber Brennan?
Br- No es nada Cam, pero necesitar llamar a Booth.
C- Está bien, te lo daré, pero promete que si algo va mal me avisarás.
Br- Te lo prometo.
Una vez que Cam de dio el número, me quedé petrificada, me entró el pánico.
¿Y si Booth no quería saber nada de mi después de este año?¿Y si las experiencias vividas a su lado durante estos cinco años ya no tenían importancia para él ¿Y si le había ocurrido algo por lo que no pudiese volver? ? No me perdonaría nunca el haberle causado algún daño a Booth.
Cogí mi teléfono móvil y marque el número de la base:
B. M.- Base militar de Afganistan al habla.
Br- Soy la antropóloga forense Temperance Brennan, amiga del sargento Seeley Booth. Necesito hablar con él.
B. M.- Doctora, en estos momentos el sargento mayor no se encuentra en la base. Cuando vuelva le diré que ha llamado y él se pondrá en contacto con usted.
Br- De acuerdo, pero dígale que es urgente.
B. M.- Así lo haré doctora.
No me quedé muy tranquila con esa llamada, sentía que algo ocurría, me daba la sensación de que Booth me estaba evitando, como si me ocultara algo. Durante estos cinco años a su lado había aprendido mucho del comportamiento humano, y sabía que cuando alguien no quiere contar algo o lastimar a alguien se esconde tras multitud de excusas. Tenía la terrible intuición (algo que aprendí durante este año después de ver tantas muertes de compañeros por epidemias con síntomas similares) que Booth se escondía de mi para no hacerme daño, pero ¿por qué?
Pero tras este extraño sueño, sentí la necesidad de hablar con Booth, quería saber que estaba bien, que nada malo le había ocurrido, pero no sabía como contactar con él, pues nos había avisado que solo podríamos comunicarnos con él a través de la base militar. Pero yo no lo había llamado nunca, no sabía como acceder a él, como no tenía pensado hablar con nadie este año, no pedí el número de teléfono. ¿Cómo iba a contactar con él? De repente se me ocurrió una solución: Cam.
Estaba segura de que ella habría hablado más de una vez con Booth, eran amigos desde hacía mucho tiempo, y ella se preocupadaba mucho de él. Pero no quería arriesgarme, acercarme demasiado a él, porque quizás el se habría olvidado de mi en este tiempo. No sabía que hacer. Las experiencias vividas durante este año me habían enseñado que a veces es mejor arriesgarse, dejarse llevar, pero aún existía la lucha interna de mi parte racional que se negaba a realizar cualquier acción que no tuviese una base empírica, y para los sentimientos no la había.
Odiaba todo esto. Odiaba haberme separado de Booth para emprender un viaje hacia lo humano, lo abstracto y no racional. Pero ya no había marcha atrás, debía ser consecuente con lo que elegí, y si decidí apartarme de él fue para evolucionar, para ser una "persona", así que me armé de valor y llamé a Cam.
C- Camila Saroyan, directora del Instituto Jeffersonnian.
Br- Cam, soy Brennan.
C- ¡Brennan! Que alegría me da oírte. No sabía nada de ti desde que nos despedimos. ¿Qué tal por las islas Malukus?
Br- No es una llamada de cortesía Cam.
C- Ya veo que hay cosas que no han cambiado.
Br- ¿A qué te refieres?
C- Déjalo Brennan. ¿A qué debo tu llamada?
Br- Es muy largo de explicar y no dispongo de mucho tiempo en estos momentos.
C- Me estás preocupando.
Br- Así es como me siento yo. Necesito que me des el número de teléfono de la base militar de Booth, tengo que hablar con él.
C- ¿Ocurre algo que deba saber Brennan?
Br- No es nada Cam, pero necesitar llamar a Booth.
C- Está bien, te lo daré, pero promete que si algo va mal me avisarás.
Br- Te lo prometo.
Una vez que Cam de dio el número, me quedé petrificada, me entró el pánico.
¿Y si Booth no quería saber nada de mi después de este año?¿Y si las experiencias vividas a su lado durante estos cinco años ya no tenían importancia para él ¿Y si le había ocurrido algo por lo que no pudiese volver? ? No me perdonaría nunca el haberle causado algún daño a Booth.
Cogí mi teléfono móvil y marque el número de la base:
B. M.- Base militar de Afganistan al habla.
Br- Soy la antropóloga forense Temperance Brennan, amiga del sargento Seeley Booth. Necesito hablar con él.
B. M.- Doctora, en estos momentos el sargento mayor no se encuentra en la base. Cuando vuelva le diré que ha llamado y él se pondrá en contacto con usted.
Br- De acuerdo, pero dígale que es urgente.
B. M.- Así lo haré doctora.
No me quedé muy tranquila con esa llamada, sentía que algo ocurría, me daba la sensación de que Booth me estaba evitando, como si me ocultara algo. Durante estos cinco años a su lado había aprendido mucho del comportamiento humano, y sabía que cuando alguien no quiere contar algo o lastimar a alguien se esconde tras multitud de excusas. Tenía la terrible intuición (algo que aprendí durante este año después de ver tantas muertes de compañeros por epidemias con síntomas similares) que Booth se escondía de mi para no hacerme daño, pero ¿por qué?
viernes, 11 de junio de 2010
LOST EXPERIENCES: Capítulo I
¿Qué hubiese ocurrido si la relación entre Booth y Brennan no hubiese podido continuar tras aquel primer caso? ¿Cómo se hubiesen desarrollados sus vidas estando separados?
Me desperté sobresaltada. Había vuelto a tener ese extraño sueño otra vez. No me agradaba mucho la psicología, pero esto no tenía otra explicación que la que da este campo tan inexacto.
Mi mente se había negado a dejar de pensar en Booth; días tras día, por muy alejada que estuviera de él, su imagen volvía a mi cabeza como si de una película se tratase. Mi parte racional intentaba acomodar su recuerdo en en un rincón alejado de mi mente, para poder aclarar mis sentimientos, pero al parecer, mi otra parte del cerebro, la conectada con las emociones y la parte humana de mi, no quería olvidarlo, por lo que cada noche me sumergía en este sueño para que viera como sería mi vida sin él.
Siempre era el mismo sueño, una voz en off empezaba haciéndose preguntas y luego desarrollaba una vida de soledad, de tristeza continua, de búsqueda del amor verdadero. Booth vivía su vida en Whasington como agente del FBI. Intentaba hacer su trabajo lo mejor posible para que los culpables pagaron por lo crímenes cometidos, pero siempre se le escapaba algo, nunca conseguía resolverlo satisfactoriamente. Su cuerpo estaba en su trabajo, pero su mente divagaba por el mundo en busca de la felicidad perdida. Mientras tanto, yo viajaba continuamente, ya que al ser la mejor antropóloga del mundo, me llamaban de multitud de ciudades para ayudar a poner nombre a las víctimas encontradas y tratar de averiguar lo que les llevó a la muerte. Pero al acabar el día, mi vida se teñía de gris, me sumía en una gran tristeza, estaba sola, no tenía nadie con quien compartir mi felicidad por haber resuelto el caso, me sentía vacía. El sueño con mi marcha en busca de Booth y el reencuentro entre ambos.
Pero esta vez era diferente, en el final de este sueño, yo iba en busca de Booth pero no lo encontraba, era como si la tierra se lo hubiese tragado, nadie sabía nada de él.
Algo en mi interior me decía que esto no era bueno, algo estaba pasando, nunca me dejaba llevar por lo que no tenía una base científica, por lo que no era racional, pero en este año había aprendido que había veces que hay que dejarse llevar por el corazón y no por la razón, y mi corazón me decía que algo no estaba bien ...
Me desperté sobresaltada. Había vuelto a tener ese extraño sueño otra vez. No me agradaba mucho la psicología, pero esto no tenía otra explicación que la que da este campo tan inexacto.
Mi mente se había negado a dejar de pensar en Booth; días tras día, por muy alejada que estuviera de él, su imagen volvía a mi cabeza como si de una película se tratase. Mi parte racional intentaba acomodar su recuerdo en en un rincón alejado de mi mente, para poder aclarar mis sentimientos, pero al parecer, mi otra parte del cerebro, la conectada con las emociones y la parte humana de mi, no quería olvidarlo, por lo que cada noche me sumergía en este sueño para que viera como sería mi vida sin él.
Siempre era el mismo sueño, una voz en off empezaba haciéndose preguntas y luego desarrollaba una vida de soledad, de tristeza continua, de búsqueda del amor verdadero. Booth vivía su vida en Whasington como agente del FBI. Intentaba hacer su trabajo lo mejor posible para que los culpables pagaron por lo crímenes cometidos, pero siempre se le escapaba algo, nunca conseguía resolverlo satisfactoriamente. Su cuerpo estaba en su trabajo, pero su mente divagaba por el mundo en busca de la felicidad perdida. Mientras tanto, yo viajaba continuamente, ya que al ser la mejor antropóloga del mundo, me llamaban de multitud de ciudades para ayudar a poner nombre a las víctimas encontradas y tratar de averiguar lo que les llevó a la muerte. Pero al acabar el día, mi vida se teñía de gris, me sumía en una gran tristeza, estaba sola, no tenía nadie con quien compartir mi felicidad por haber resuelto el caso, me sentía vacía. El sueño con mi marcha en busca de Booth y el reencuentro entre ambos.
Pero esta vez era diferente, en el final de este sueño, yo iba en busca de Booth pero no lo encontraba, era como si la tierra se lo hubiese tragado, nadie sabía nada de él.
Algo en mi interior me decía que esto no era bueno, algo estaba pasando, nunca me dejaba llevar por lo que no tenía una base científica, por lo que no era racional, pero en este año había aprendido que había veces que hay que dejarse llevar por el corazón y no por la razón, y mi corazón me decía que algo no estaba bien ...
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