viernes, 11 de junio de 2010

LOST EXPERIENCES: Capítulo I

¿Qué hubiese ocurrido si la relación entre Booth y Brennan no hubiese podido continuar tras aquel primer caso? ¿Cómo se hubiesen desarrollados sus vidas estando separados?
Me desperté sobresaltada. Había vuelto a tener ese extraño sueño otra vez. No me agradaba mucho la psicología, pero esto no tenía otra explicación que la que da este campo tan inexacto.
Mi mente se había negado a dejar de pensar en Booth; días tras día, por muy alejada que estuviera de él, su imagen volvía a mi cabeza como si de una película se tratase. Mi parte racional intentaba acomodar su recuerdo en en un rincón alejado de mi mente, para poder aclarar mis sentimientos, pero al parecer, mi otra parte del cerebro, la conectada con las emociones y la parte humana de mi, no quería olvidarlo, por lo que cada noche me sumergía en este sueño para que viera como sería mi vida sin él.
Siempre era el mismo sueño, una voz en off empezaba haciéndose preguntas y luego desarrollaba una vida de soledad, de tristeza continua, de búsqueda del amor verdadero. Booth vivía su vida en Whasington como agente del FBI. Intentaba hacer su trabajo lo mejor posible para que los culpables pagaron por lo crímenes cometidos, pero siempre se le escapaba algo, nunca conseguía resolverlo satisfactoriamente. Su cuerpo estaba en su trabajo, pero su mente divagaba por el mundo en busca de la felicidad perdida. Mientras tanto, yo viajaba continuamente, ya que al ser la mejor antropóloga del mundo, me llamaban de multitud de ciudades para ayudar a poner nombre a las víctimas encontradas y tratar de averiguar lo que les llevó a la muerte. Pero al acabar el día, mi vida se teñía de gris, me sumía en una gran tristeza, estaba sola, no tenía nadie con quien compartir mi felicidad por haber resuelto el caso, me sentía vacía. El sueño con mi marcha en busca de Booth y el reencuentro entre ambos.
Pero esta vez era diferente, en el final de este sueño, yo iba en busca de Booth pero no lo encontraba, era como si la tierra se lo hubiese tragado, nadie sabía nada de él.
Algo en mi interior me decía que esto no era bueno, algo estaba pasando, nunca me dejaba llevar por lo que no tenía una base científica, por lo que no era racional, pero en este año había aprendido que había veces que hay que dejarse llevar por el corazón y no por la razón, y mi corazón me decía que algo no estaba bien ...

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