Ángela era mi mejor amiga, la persona a la cual podía contarle todo sin ningún temor. Sabía que ella no era como yo, a Angie le importaban mucho las personas, establecía fuertes vínculos con ellos. Yo era justamente lo contrario, pero ella nunca me lo reprochaba, simplemente me daba consejos para que aprendiese. En Ángela podía confiar, por eso tenía que hablar con ella, estaría preocupada por mí.
Busqué mi móvil en el bolso y cuando me disponía a marcar, una voz en mi cabeza me dijo: “No lo hagas, podría ser peligroso”. Rápidamente me di cuenta de lo que estaba a punto de hacer y guarde el teléfono. Busqué con la mirada la cabina de teléfono más cercana: había una a un par de metros. Me levanté y me dirigí hacia ella.
Br- Ángela, soy Brennan. Perdona que no te haya llamado durante estos días, es que he estado muy ocupada buscando información, no quería empezar sin tener nada, pero no he encontrado mucho más de lo que ya sabía-odiaba mentirle pero, en esta ocasión era estrictamente necesario o, de otro modo, la pondría en peligro.
A- ¡Gracias a Dios, Bren! Me tenías muy asustada. Podrías haberme avisado, he pasado unos días horribles. Llamé a tu jefe y él me lo contó todo, me dejó un poco más tranquila, aunque necesitaba saberlo de ti, tú no mementirías.
No sabía que decirle, no quería mentirle, pero no podía decirle la verdad. Odiaba tener que hacer esto, además, yo no sabía hacerlo, seguro que acabaría dándose cuenta. Decidí cambiar de tema apara evitar volverle a mentir.
Br- Ángela, necesito que os pongáis a trabajar. No he podido obtener más información de la víctima. ¿Saben los demás a lo que se enfrentan?
A- Si cielo, les conté todo y, al igual que yo, no quieren dejarte sola. Cuenta con nosotros en esto. ¿Qué tenemos que hacer?
Br- Necesito que tú trates de hacer una reconstrucción facial con las imágenes del cráneo que te voy a mandar. Con respecto al resto, le he pedido a Erik que os traslade las partes de la víctima y los restos que quiero que analicéis: necesito que Cam haga una prueba de ADN con un fragmento de piel del cúbito, y dile a Hodgins que analice las partículas que hemos encontrado en la ropa de la víctima.
A- Vale cariño, les diré lo que deben hacer, pero ¿por qué me llamas desde un número desconocido? ¿Es que se te ha estropeado tu móvil?
Br- No, mi móvil funciona bien, pero no quiero arriesgarme a llamar desde él, no sé de lo que son capaces esas personas, así que, como no estoy en el hotel, te he llamado desde una cabina. A partir de ahora nos comunicaremos por ordenador, es más fiable.
A- Cielo,¿ahora crees en lo que, según tú, solo eran suposiciones? Algo ha debido de ocurrir para que vieses que llevábamos razón.
Br- No Ángela, no ha ocurrido nada, sigo pensando que es una suposición, per como casi siempre lleváis razón, prefiero arriesgarme lo menos posible.
A- Vale Bren,es mejor así, cuanto menos te pongas en peligro más segura estarás. Te informaréantes de que acabe el día de lo que hayamos podido averiguar.
Br- Vale,estaré esperando novedades.
Volvía al parque a deleitarme viendo a aquellos niños que tantos recuerdos me traía. De repente vino una escena a mi mente…
Mi madre había venido a verme en medio de la noche. Yo estaba durmiendo completamente empapada en lágrimas, con los ojos hinchados. Mi mascota, Tobbie, un pequinés de color caramelo, había desaparecido. Me desperté y vi el rostro de mi madre, parecía un hada: su melena oscura bailaba al compás de las hojas de los árboles que se podían ver por mi ventana, y su vestido blanco le hacía parecer mágica. Parecía que volase hacia mi cama. Se sentó a mi lado y me acarició la mejilla. El contacto de su mano, fría y suave, con mi piel, hizo que me estremeciera. Se acercó y me susurró al oído: “Nada es verdad si no crees en ello”. Yo me abrasé a ella y rompí a llorar.
Ese recuerdo hizo que pequeñas lágrimas brotaran de mis ojos. “Nada es verdad si no crees en ello”. Debía creer en Booth, creer que alguna vez podríamos empezar lo que dejamos hace un año, creer que solucionaría el caso, creer que sería feliz, que tendría una familia en la que apoyarme y que podría vivir sin temor. Debía creer en todo ellos, sabía que si lo hacía, si hacía todo lo posible porque fuese así, lo conseguiría.
Mientras esta idea revoloteaba por mi cabeza junto con mis recuerdos, me dirigí hacia el hotel, debía llegar pronto, Angie me daría nueva información que me ayudaría con el caso.
Subí las escaleras del hotel asustada, no podía evitar estarlo tras lo ocurrido. Me temblaba todo el cuerpo y un sudor frío empezó a recorrerme la frente. Abrí la puerta de mi habitación y revisé con la mirada que todo estuviese en su lugar. Parecía que estaba orden.
Me senté en el sofá que había enfrente de mi cama y, mientras contemplaba el hermoso atardecer que se vislumbraba por mi ventana, encendí el ordenador. Inmediatamente pude ver a mi equipo a través de la WebCam. ¡Qué diferentes estaba todos!
Hodgins se había puesto un poco más grueso, y su mirada de complicidad me hizo sonreír. Ángela se había cortado el pelo, le favorecía bastante. Me sonrió y no pude evitar devolverle la sonrisa Y Cam, bueno Cam, seguía como siempre. Al observarla pude ver un ligero gesto de asentimiento, como si quisiera transmitirme su apoyo. Al verlos a todo allí, el miedo se desvaneció, y en su lugar se instaló una gran alegría y emoción ante el cariño de esas personas hacia mí.
Decidí ser yo quien rompiese ese hermoso silencio:
Br- Hola chicos, me alegro de poderos ver. Tengo que agradeceros que hagáis esto, supongo que sabréis que es muy peligroso.
H- Si que lo sabemos Brennan, pero, al igual que tú nos has ayudado cuando alguno de nosotros hemos estado en peligro, nosotros debemos hacer lo mismo, no te vamos a dejar sola.
C- Yo te dije hace un par de días que si ocurría algo me avisases, así que cuando Ángela me lo contó, ni lo pensé, le dije que te ayudaríamos.
A- Ves cielo, después de todo, aunque sea un locura y Booth tenga razón, te vamos a ayudar.
Br- Muchas gracias chicos, tengo mucha suerte de teneros como amigos – les dije emocionada ante aquel despliegue de cariño – Bueno, ¿habéis podido averiguar algo más?
A- Cariño, agárrate fuerte que vienen curvas.
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