lunes, 20 de septiembre de 2010

LOST EXPERIENCE: Capítulo XV

El trayecto hasta la isla se me hizo demasiado corto, no quería bajar de aquel avión. Para no despertar demasiada curiosidad en los pasajeros, decidimos mezclarnos con ellos e ir en turista. Me sentía muy segura estando junto a Booth, sabía transmitir tranquilidad y templanza, algo de lo que yo carecía en esos momentos. Me hacía ver que conseguiríamos dar con ellos y que pagarían por lo que habían hecho.

Nada más bajar del avión, noté que algo había cambiado desde las escasas horas en las que había estado alejada de la isla: los árboles estaban arrancados de cuajo, todas las personas corrían de un lado a otro, era un enorme caos.

B- ¿Qué ocurre aquí?- me preguntó Booth como si quisiese decir que si esa situación era normal en la isla.

Br- No lo sé, cuando me fui no ocurría nada de esto. Voy a llamar a Erik para que venga a recogernos y así nos explica lo que ha sucedido aquí.

Marqué el número y llamé, pero nadie contestó. Hice otro intento, pero tampoco tuve suerte.

Br- Es muy extraño. Erik no me coge el teléfono y él siempre lo tiene disponible. Esto no me gusta, siento que algo malo ha ocurrido.

B- Tomemos un taxi y vamos a ve a tu jefe. Quizás esté ocupado y por eso no ha contestado la llamada- me dijo intentando calmar mis ánimos, aunque yo no podía estar tranquila y sabía que Booth tampoco. Pese a que intentase demostrarme lo contrario para no asustarme más de lo que ya estaba, él a mi no me podía engañar, lo conocía demasiado, ambos sabíamos que algo trágico había sucedido.

Desde el taxi se podía divisar una situación espeluznante: coches destrozados delante de antiguas casa que ahora no eran más que ruinas, árboles caídos en llamas, niños llorando en busca de sus familias, … La situación me superaba, no podía verlo todo así, habiendo dejado la isla sólo unas horas antes, cuando no había ningún problema, era tan duro.

B- ¿Sabe usted que ha ocurrido aquí, señor? – le dijo Booth al taxista.

T- Al parecer, un grupo de cuatro jóvenes han hecho explosionar diversas bombas por toda la isla. El FBI está investigándolo porque afirman que los jóvenes son viejos conocidos de la policía por diversos motivos. La causa que los ha impulsado ha realizar esta catástrofe permanece bajo sumario, según ha informado la policía.

Nuestras miradas se cruzaron en un intento por eliminar nuestros pensamientos, pero era imposible. Nuestros ojos dijeron lo que nosotros no éramos capaces de decir con palabras: aquellos cuatro jóvenes eran los amigos de Thomas, y estaban allí.

Br- Debo dar con Erik cuanto antes, no me gusta el cariz que están tomando los acontecimientos – le dije a Booth- Vamos a su casa, es bastante probable que esté allí ahora que se ha cerrado la excavación.

Tras las indicaciones necesarias dadas al taxista, llegamos en media hora a la casa de Erik. Me dirigí a la puerta de entrada mientras Booth vigilaba para que no hubiese ningún problema. Junto a una pequeña hamaca se encontraba el timbre, lo pulsé pero nadie contestó. La puerta estaba entreabierta, así que me atrevía a entrar.

Br- ¡Booth!

B- Brennan, ¿qué haces? Estás loca, no puedes entrar sola en casas ajenas, y aún menos cuando hay cuatro locos sueltos por la isla.

Br- Booth. Tengo que encontrar a Erik, no puede quedarse solo, vamos a buscarlo, por favor.

Entramos en la casa, y una extraña sensación de tranquilidad me invadió. Sabía que Erik estaba allí, mi jefe, la personas en la que había depositado tanta confianza.

Br- ¡Erik! Por favor, contesta Erik, soy Brennan.

E- ¡Brennan, has vuelto!- inmediatamente se escuchó un gran estruendo y al poco tiempo apareció Erik de una pequeña trampilla que había en el suelo de la cocina.

Br- Menos mal que estás bien Erik, me tenías preocupada- le dije acercándome a él y dándole un abrazo.

E- Lo siento, pero la situación desde que te fuiste no ha sido muy fácil y me he tenido que recluir en mi casa.

Br- Erik, él es Booth, mi compañero de trabajo del que te hablé, ¿recuerdas?

E- Eh, si, claro. Encantado Booth.

B- El placer es mío señor- le dijo Booth, acercándose para darle la mano.

Br- Booth me está ayudando, junto con mi equipo del Jeffersonian, en la investigación. Él ha venido conmigo para detener a los culpables de los acontecimientos sucedidos, y quería hablar contigo para ponerte al día y pedirte tu ayuda, pero veo que tú también tienes cosas que contarme – le dije señalando el paisaje que se veía desde la ventana.

E- Si, tengo muchas cosas que contarte, pero quiero saber antes lo que tienes que decirme. Venid, sentaos – nos dijo señalando un pequeño sofá que había en salón- Cuéntame, Brennan.

Le narré todo lo que los chicos habían descubierto. Erik permaneció callado, aunque a veces hacía algunas preguntas o me pedía que le aclarase algo. Al terminar, permaneció callada, y fue Booth quién habló:

B- ¿Sabía usted quién era realmente Pet?

E- No tenía ni idea, parecía un chico muy listo y con ganas de aprender, por eso lo contraté. Cuando Brennan empezó a sospechar me fijé que su comportamiento había cambiado, pero nunca me imaginé que fuese un delincuente. Ahora comprendo lo que ha ocurrido hoy. Después de lo que me has contado es cuando cobran sentido los acontecimientos.

Br- Cuéntanos lo que ha sucedido, Erik.

E- Creo que lo que os voy a contar os va a ayudar mucho en la investigación.

“Cuando tomaste el avión hacia Washington, me quedé preocupado. No confiaba mucho en Pet tras lo que me habías dicho, así que fui a la excavación para asegurarme que no había nadie merodeando por la zona. Cuando llegué todo parecía en orden, con una rápida mirada supe que no había ocurrido nada, pero tenía un pálpito, así que me quedé un rato más. Finalmente, cuando dieron las seis de la tarde, decidí que ya era hora de volver a casa, y justo en ese momento escuché un ruido. Me escondí detrás de las meas de trabajo y permanecí en alerta.
Un hombre de aspecto fuerte y de estatura considerable, entró en la excavación. De la luz de la luna entró gran parte que se reflejó en los cristales y me permitió ver el rostro del hombre: era Pet.
Se acercó a la zona donde estaban los restos y empezó a guardarlos en grandes maletas. De pronto se dio la vuelta y comenzó a hablar. Al principio pensé que padecía esquizofrenia, pero luego aparecieron ante mi campo de visión tres jóvenes más, que comenzaron a ayudarle a guardar los restos. Ante aquella situación, no podía permanecer tranquila, así que, con mucho sigilo, intenté llegar hasta donde estaba el teléfono, pero tropecé y quedé a la vista de los cuatro delincuentes. Mi cuerpo se paralizó y no pude hacer nada por evitar el calvario que se avecinaba.

- ¡Eh, Pet! Mira quién anda por aquí. Tenemos compañía- le dijo uno de ellos que parecía tener una edad similar a Pet.

P- Pero si es mi querido Erik. Veo que no puedes evitar controlar todo lo que te rodea- me dijo mientras daba grandes pasos a mi alrededor. Parecía tantear la situación, y pude notar que estaba nervioso.

- ¿Qué hacemos con él, Erik?- dijo otro de los chicos. Por su tono de voz pude apreciar que debía ser el sumiso del grupo, no se atrevía a tomar una decisión por si mismo por temor a errar.

P- No podemos dejarle marchar después de lo que ha visto. Debemos mantenerlo bajo nuestro mandato, al menos hasta que terminemos con el plan, luego ya veremos lo que hacemos con él.

Hablaban de mí como si yo no estuviese allí, y sus comentarios comenzaron a asustarme. Empecé a sudar y a temblarme todo el cuerpo, sentí que no saldría de allí nunca.

Me trasladaron a la zona de las cámaras donde guardamos los cadáveres, y allí me ataron y me amordazaron. Estuve tanto tiempo allí que llegué a perderla noción del tiempo. Por las zonas acristalas pude ver como los jóvenes salín de las instalaciones y se dirigían a las ciudad. Decidía aprovechar la situación y tratar de salir de allí. Con cuidado, traté de Moguer una de las herramientas que utilizábamos para abrir los cráneos y corté la cuerda. Estando ya libre, me apresuré y comencé a correr hacia mi casa. Llegando a ella, escuché grandes estruendos, y entonces recordé el plan que iban a realizar: podrían bombas por toda la ciudad para causar e caos y así poder sacar todo el material de la excavación sin ser visitos. Como no estaba seguro, decidí resguardarme en el sótano de mi casa hasta que para está situación tan catastrófica.”

Br- Eso quiere decir que se nos han vuelto a escapar.

E- No lo creo. Desde donde estaba reclutado, escuché como planeaban quedarse por la isla hasta mañana, pues imaginaron que con la situación, los vuelos se restringirían, y si insistían en volar hoy mismo, se descubrirían.

B- Bien, pues no perdamos el tiempo. Erik, no debe salir de aquí, ha hecho bien en refugiarse en su casa. Voy a pedir al FBI que nos mande el equipo y avisaremos a la policía local para que vigilen esta zona. Brennan, debemos ponernos en marcha ya, no podemos dejar que se nos escapen.

Br- Si, es hora de que le demos su merecido.

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