viernes, 24 de septiembre de 2010

LOST EXPERIENCE: Capítulo XVIII

Ha pasado una semana desde aquellos trágicos acontecimientos sucedidos en el hotel de la isla que desembocó en una noche mágica.

Aquel día estaba agotada tras tanta acción, además, me dolía todo el cuerpo, por lo que decidimos pasar la noche en una de las habitaciones del hotel. Tomamos algunas cartas de la habitación 109 como pruebas para el posterior encarcelamiento de los delincuentes junto con la confesión por parte de Murphy que grabé sin que éste se percatase. Hablamos con la señora de recepción para tranquilizarla y decirle que podían volver a trabajar con total normalidad ya que el peligro había pasado. Le pedimos la llave de la habitación y subimos a la segunda planta, a la 201, donde pasaríamos la noche.

Al entrar, nos impresionó mucho la gran luminosidad que entraba a través de la gran ventana que había enfrente de la cama, cuyas vistas eran bellísimas: enormes montañas cubiertas de una variada vegetación eran bañados por un color anaranjado fruto del atardecer.

Nada más dejas todas las pruebas en la cómoda me puse en contacto con el aeropuerto con la intención de reservar dos billetes para el día siguiente.

B- ¿Cómo lo haremos para dormir?- me preguntó dejándose caer en la cama de matrimonio, una vez que yo terminé de hablar con los del aeropuerto.

Habíamos tratado de buscar una habitación con dos camas, pero el hotel estaba completo y sol quedaba libre esa habitación, la 201, ya que la 107 y la 109, que eran las únicas dobles que quedaban, estaban acordonadas para la búsqueda de pruebas, así que nos habíamos tenido que conformar con la 201.

Br- No lo sé Booth- le dije acercándome a él.

Booth parecía confundido, y cuando yo intentaba estar más cerca de él, se apartaba de mí, parecía no saber muy bien que es lo que yo pretendía.

Br- Booth, ¿qué te ocurre?

B- No es nada Bones, solo es que no quiero precipitarme y actuar de una manera que no lo haría si las circunstancias no fuesen éstas.

Br- ¿Estás tratando de decirme que no quieres acercarte demasiado a mí sin tener claro si es lo que quieres de verdad o es lo que sientes por como me ves tras lo que ha sucedido?

B- Sí, eso es lo que he querido decir.

Br- Tenemos que hablar Booth, debemos aclarar nuestros sentimientos de una vez, no podemos estar así toda la vida, no es bueno para ninguno de los dos.

B- Sí, estoy de acuerdo.

Me senté en la cama dejándome caer sobre el hombro de Booth. Ésta vez no se apartó.

Br- Cuando me fui a la isla, hace más de un año, tenía las ideas muy confusas. No sabía lo que de verdad quería, y por eso me marché…

B- Provocando que yo también me fuese- dijo interrumpiéndome.

Br- Pero nadie te obligó a hacerlo, te fuiste porque en realidad era lo que querías, solo que ambos nos interponíamos en el camino del otro, lo que fue una de las razones por la que me fui, debíamos crecer como persona si estar condicionado por el otro.

B- Me Marché porque no soportaba la idea de estar en Washington sin ti, viendo como otra antropóloga forense ocupa tu lugar. No quería estar allí para verlo, no si tú no estabas allí, por eso acepte ayudar al ejército.

Me quedé sorprendida, nunca antes me había dicho esto. Conocía sus sentimientos, me los había hecho saber semanas antes de mi viaje, siendo el principal detonantes de mi marcha, pero no pensé que mi decisión le hubiese forzado, en cierta manera, a irse a Afganistán. No sabía que sintiese que se fue por no estar yo allí.

Br- Siento haberte forzado a que te marchases a Afganistán Booth,- le dije incorporándome para poderle mirar a los ojos- yo sólo quería aclarar mis sentimientos. Necesitaba tiempo, y sobre todo y pese a que me doliera, necesitaba separarme de ti. Tenía que plantearme mi vida, ver lo que quería hacer con ella, el futuro que deseaba tener.

B- Aunque me haya costado mucho la idea de no verte, comprendía tus motivos y sabía que es lo que debías hacer, pero no podía dejar de sentirme mal por no poder estar a tu lado, por no saber como estabas, por no poderte proteger del peligro.

Me acerqué a él y lo abrasé. Me sentía muy mal por haberle hecho pasar momentos tan duros, yo no había pretendido hacerlo, lo último que quería era lastimarlo.

Br- Lo siento de verdad Booth- le dije con lágrimas en los ojos.

B- No te preocupes, ya todo ha pasado, ahora estamos juntos de nuevo- me dijo apartándome el pelo del rostro y fijar sus ojos en los mío, unos ojos que mostraban una gran dulzura y cariño.

Br- Quizás por eso te mostrabas tan frío conmigo cuando te llamé la primera vez hace varias semanas. Pensé que no querías saber nada de mí y me enfadé muchísimo, pero ahora lo comprendo, estabas dolido conmigo.

B- Cuando me llamaste pensé que sería pasa saber de mí pero no para contarme un sueño, yo creía que tú no le dabas importancia, y cuando noté la angustia en tu voz supe que algo había cambiado en ti, pero me sentía tan dolido que no estaba dispuesto a darte una oportunidad. Pensé que no valdría la pena, que acabarías volviéndome a hacer daño y no quería sufrir más.

Br. Yo estaba muy asustada, y después de tu comportamiento por teléfono me quedé destrozada. Solo podía llorar, no había forma de parar. Creía que no te importaba nada de lo que habíamos vividos durante estos últimos cinco años, que para ti todas esas vivencias estaban olvidadas, perdidas en algún rincón de tus recuerdos que tu no querías rescatar. Después de un año en la isla me di cuenta de mi error, y quise remediarlo, pero tú no me dabas la oportunidad y eso también me dolía mucho.Yo quería volver donde lo dejamos aquel día en el que decidiste abrirme tu corazón, pero me di cuenta que quizás para ti ya era demasiado tarde. Yo solo necesitaba que vieras que he cambiado, que quiero tener una relación de verdad, que la coraza que me cubría desapareció, y en su lugar solo estaba yo, tu huesos.

B- Lamento haberme comportado como lo hice, pero no quería volver a sufrir Brennan- me dijo acercándose un poco más a mí.

Estaba tan cerca que casi podía oír los latidos de corazón, parecía quererse salir del pecho. Su respiración entrecortada me erizaba el pelo y me ponía muy nerviosa, me resultaba muy difícil seguir hablando teniéndolo a escasos centímetros de mí. Me separé un poco más para poder continuar, pero él volvió a acercase, éramos como dos imanes de polos opuestos, nos atraíamos y era muy difícil mantenernos alejados.

Br- Ahora que todo ha pasado creo que podemos volver a donde lo dejamos ese día, no me gustaría perder la oportunidad de pasara unos 30 o 40 años contigo, o al menos intentarlo. Con la distancia me he dado cuenta de lo mucho que perdí, te echaba tantísimo de menos. Mi mundo gira en torno a ti, tú eres mi motor y cuando no estás cerca no sé como seguir. Quiero conocer un mundo nuevo a tu lado, saber lo que es el amor de verdad. Sé que sin ti nunca seré feliz, no podría estar con otra persona que no fueses tú, Booth. Te quiero- le dije sin pensármelo. Salió solo de mi boca, era algo que llevaba mucho tiempo queriéndole decir. Desde aquel primer caso que llevamos juntos noté que algo en mi interior cambió, pero siempre me lo había negado a mi misma, y ya iba siendo hora que dejase de mentirme a mí misma sobre mis sentimientos.

B- Yo tampoco podría estar con otra persona que no fueses tú huesos- dijo acercándose para besarme en los labios, un beso cálido lleno de deseo y de dulzura- Te quiero- me dijo susurrado al oído.

Me tomó entre sus brazos y volvió a besarme, está vez poniendo gran esmero en ellos. Era tierno y a la vez salvaje, era tan fácil estar con él, no tenía que forzar la situación, nos entendíamos muy bien y todo fluía solo. Me dejé llevar por sus cálidos besos y por la melodía de su corazón que se compenetraba con el mío en una pasión desenfrenada.
Poco a poco fue desapareciendo la ropa para quedarse tumbada por toda la habitación. Nuestros corazones latían con mayor efusividad y nuestros cuerpos parecían ser solo uno, se habían fundido y ya no existía un tú y un yo, era algo mágico que nunca antes había experimentado. Amaba a ese hombre y no quería separarme de él ni un solo instante.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Pequeños rayos de sol se colaron a través de mis ojos, provocándome una gran paz y tranquilidad. Me vi envuelta por aquellos fuertes y protectores brazos y me di cuenta que no había sido un sueño. Booth dormía placidamente a mí lado con una gran sonrisa dibujada en su rosota. Quise levantarme con mucho cuidado para no despertarlo y darme una ducha, pero se giró hacia mí y vi que estaba despierto.

B- Hola cariño- me dijo sonriendo.

Br- Buenos días- le dije acercándome para probar uno de aquellos besos a los que tan pronto me había acostumbrado y tanto me gustaban- Debemos darnos prisa, el avión sale dentro de dos horas.

B- ¿No podemos quedarnos un rato más?- dijo devolviéndome el beso y agarrándome por la cintura. Sabía muy bien como convencerme y yo me dejaba querer.

Br- Por favor Booth, sabes que no podemos, no me lo hagas más difícil. Ya tendremos tiempo de disfrutar el uno del otro, tenemos toda una vida- le dije mientras intentaba separarme de él para irme a la ducha.

B- Está bien, pero al menos, ¿podremos ducharnos juntos?- dijo con esa sonrisa tan irresistible.

Br- Veo que no te das por vencido- le dije mientras me acercaba para darle mi mano- Vamos entonces.

La ducha duró más de lo previsto, pero fue una de las mejores que había tomado desde hacía mucho tiempo.
Nos arreglamos y bajamos a tomar el desayuno en la cafetería del hotel. Tras ello, nos fuimos al aeropuerto donde cogimos al avión de las doce de la mañana rumbo a Washington. Estaba tan cansada y exhausta de la noche anterior que no pude evitar quedarme dormida mientras escuchaba a Booth haciendo planes sobre lo que sería nuestro futuro a partir de ahora.

Nada más pisar suelo americano sentí que nada podía ser mejor: estaba de nuevo en mi hogar y ahora disfrutaba de la mejor compañía que podría tener, Booth.

Tras llegar al Jeffersonian todos nos recibieron con gran alegría, y se mostraron muy contentos de que hubiésemos dado el paso.

A- Ya era hora, llevábamos mucho tiempo sufriendo por ambos- nos dijo mientras nos abrazaba a los dos a la vez.

B- Ya lo veo- dijo intentado salir de aquel abrazo que nos estaba asfixiando.

Todo el equipo comenzó a reírse antes aquella situación. Por primera vez desde que me fui a la isla Maluku podía disfrutar de la felicidad y alegría del momento sin temor a que pudiese ocurrir en un futuro.

Pasamos la mañana el Jeffersonian con todo el equipo y por la tarde fuimos a casa de Rebeca a recoger a Parker.

P- ¡Papá, papá! ¡Has vuelto y estás con huesos!- dijo mientras nos miraba cogidos de la mano- Enhorabuena papá- le dijo mientras le daba un abrazo.

B- Me alegro que te guste que esté con ella.

P- Es la mejor pareja que podría tener- le dijo mientras venía hacia mí a abrazarme, quedando sorprendida por su hermoso gesto.

Desde ese día ha pasado casi una semana, en la cual no disfruto de la compañía de Booth, ya que había tenido que volver a Afganistán pues tiene firmado un contrato de permanencia por cuatro meses.

Sabemos que va a ser duro estar separados tantos meses pero podré verlo durante una semana al mes, y pasado ese periodo de nuevo como agente del FBI a Washington.
No sabemos con seguridad que ocurrirá en un futuro, ni si nuestra relación será tan duradera como esperamos, pero eso es lo que conlleva arriesgarse a abrirse a una persona y dárselo todo, no podemos llegar a saber si será un relación con un final feliz muy largo o muy corto, pero eso a nosotros ya no nos importa. Solo sabemos que nos tenemos el uno al otro y que podemos tener un futuro, aunque no sepamos su duración, pero estamos juntos y eso es lo que importa. De un modo u otro siempre estaremos juntos, nuestras vidas serán completas estando unidos y nuestras vivencias jamás se perderán.
¿Qué más podría pedir? Soy feliz a su lado sabiendo que estará hay para cuidarme y arroparme, para quererme y protegerme. Con eso me basta para tener una vida plena, estar junto a la persona que más quiero, Booth.

No hay comentarios:

Publicar un comentario