El caso se estaba complicando por momentos, aunque la conversación
mantenida con Jerry nos había dado nueva información, a la vez todo se hacía
más complejo. La coartada de Chen era sólida y aunque nos pasamos gran parte de
la mañana comprobándola, no había nada sospechoso.
-
Castle: ¿Y si encargo a alguien el
trabajo? Hay que tener mucha sangre fría para matar con tus propias manos a tu
hermano, él no podría hacerlo, si un tercero.
-
Beckett: ¡Basta de teorías! – le grité,
algo de lo que luego me arrepentí al ver un “lo siento” en sus ojos. Este caso
era agotador para mí, era un caso tan complejo como todos los que teníamos a
diario, sin embargo, me estaba afectando más de lo normal y no me apetecía
escuchar nuevas teorías, estaba cansada – Lo siento Castle, pero tus teorías no
nos han llevado a ninguna parte por ahora, así que mejor que sigamos
investigando – le dije en un tono suave y calmado.
Él fijo sus ojos en mí y pude notar comprensión dibujado en ellos.
Fugazmente, sus ojos pasaron a mi vientre para luego volver a mis ojos. Los dos
sonreímos a la vez.
-
Expósito: ¿Qué pasa entre vosotros esta
mañana? Hoy os noto diferentes, se os ve más felices si cabe.
-
Beckett: Tenemos trabajo Expósito – le
recordé, evitando que empezase un cuestionario que no me apetecía responder – Revisa
de nuevo la coartada de Kenta y comprueba que lo que nos dije Jerry es real.
Expósito se marchó no sin antes dedicarme una mirada de protesta. Cuando
estuvo lo suficientemente lejos, Castle se acercó sigilosamente a mí.
-
Castle: ¿Te encuentras bien Kate? – me
dijo preocupado.
-
Beckett: Estoy bien, es solo que estoy
algo cansada, pero tenemos trabajo que hacer. Seguimos esta conversación en
casa, ¿vale?
-
Castle: De acuerdo Kate, solo relájate
un poco, tomate el caso con un poco más de calma, ya sabes, no es bueno ahora
para tu salud que estés alterada ni que te estreses demasiado – me dijo
volviendo a mirar mi vientre.
-
Beckett: Tranquilo, todo está bien -
dije sonriéndole mientras pasaba mi brazo alrededor del suyo para caminar
juntos hasta mi escritorio.
El día pasó sin darme apenas cuenta con tanto bullicio como había en la
12. Ryan y Expósito corroboraron que lo que nos dijo Jerry era real, así que
decidimos entrevistar a todos los amigos de Chen por separados para comprobar
sus declaraciones y ver si alguno se contradecía o decía algo fuera de lo
normal. Pero todo indicaba que Chen había puesto al corriente a sus amigos de
lo sucedido y parecía que todos se cubrían.
-
Castle: Estoy seguro de que mienten,
Chen no estuvo esa noche con ellos.
-
Beckett: Lo sé Castle, pero necesitamos
pruebas. Voy a hablar con Gates y ponerla al día de todo lo que hemos
averiguado, no quiero más problemas con ella.
Gates parecía esperarnos y esta vez no se sorprendió cuando entramos a
contarle todo lo que habíamos conseguido averiguar.
-
Gates: Mañana quiero que vayas a
Campbell Apartment y entrevistas al portero, al camarero, al de seguridad, a
todos, alguien tuvo que saber si realmente Chen estuvo allí o no. Ahora iros,
parece que habéis estado en la guerra, se os ve cansado y os necesito con
fuerzas para continuar con el caso – me dijo tan seria como solía estar
siempre.
No dije nada más y salí de su despacho junto a Castle. Estaba muy cansada
y me vendría bien volver a casa.
Ya en el loft de Castle, me acurruqué en la esquina del sofá mientras
Castle se aproximaba a mí. Le dejé un hueco en la esquina del sofá y una vez
que él se sentó dejé caer mi cabeza en su regazo mientras él jugaba con mi pelo
y me lo apartaba de la cara.
-
Castle: Pareces agotada cariño, descansa
un poco – dijo acariciando mi mejilla.
-
Beckett: Nunca te he dicho cuanto
significas para mí – le dije mientras permanecía en esa postura en el sofá
sintiendo el cálido tacto de sus manos – Eres mucho más de lo que podría pedir
– le dije sentándome para poder mirar sus intensos ojos azules – Siempre me has
protegido cuidando de mí para evitar que nada ni nadie pueda hacerme daño,
estas siempre para dibujarme una sonrisa en los momentos malos. Te espero cada
día con mi café porque eres lo que me da fuerzas para seguir en mi trabajo, ya
no tiene para mí el significado que tenía antes de que tú aparecieras, ahora mi
vida eres tú – le dije haciendo una pausa – Te quiero Castle y este bebé es lo
mejor que podría haberme pasado – dije rosando sus labios con los míos.
Castle respondió con delicadeza y dulzura. Fue quitando poco a poco los
botones de mi camisa pero antes de que continuase y yo perdiera la cabeza por
completo impidiéndome decir nada coherente, le interrumpí.
-
Beckett: Martha o Alexis podrían llegar
…
Castle me atrajo aun más hacia él y me levantó del sofá con sus fuertes
brazos, llevándome hasta su habitación sin dejar de besarme. Me dejó en su cama
y se acercó a mí terminando de quitarme la camisa. Yo hice lo mismo con la suya
y la arrojé al suelo, donde en solo unos minutos más estaban también nuestros
pantalones.
Recorrió mi cuerpo besándome delicadamente como si tuviese miedo de
lastimarme, era tan tierno, pero yo necesitaba más. Me quedé a horcajadas sobre
él y esta vez fui yo la que besé su cuerpo, sintiendo como se retorcía y gemía.
Me acerqué hasta sus labios y esta vez dejo de lado la delicadeza para besarme
con una pasión desmedida.
Amaba a ese hombre, amaba a Richard Castle más que a mi propia vida y no
quería otra cosa que no fuese él.
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