Ryan y Expósito parecían debatir e intercambiar opiniones sobre el caso
mostrándose uno a otro imágenes y apuntando más información en la pizarra
mientras Castle y yo nos preparábamos un café-
-
Castle: Parece que no consiguen poner de
acuerdo – dijo inclinando la cabeza en dirección a los chicos.
-
Beckett: Son como un matrimonio, entre
ellos no faltan las discusiones pero no pueden vivir el uno sin el otro – le
confesé con una sonrisa.
-
Castle: He de reconocer que cuando los
vi trabajando juntos después de todo lo que ha pasado me sorprendió, pensé que
Expósito no le perdonaría a Ryan que lo traicionara.
-
Beckett: Expósito y yo tenemos una forma
de pensar muy similar en cuanto a Ryan se refiere. He hablado y fue como si me
leyese la mente. Aunque ambos estuviésemos dolidos con Ryan sabemos que él solo
quería protegernos.
-
Castle: No dejas de sorprenderme – dijo
arrastrando las palabras mientras dejaba su café en la mesa y se acercaba a mí
– Eres increíble.
-
Beckett: ¿Ah sí? – le dije sensualmente
acercándome aun más.
Sólo un centímetro nos separaba a ambos dejando que el aire corriese
entre nosotros. Yo comenzaba a sentir mi corazón a mil por horas y mis mejillas
volvieron a sonrojarse.
Castle pasó su brazo por mi cintura y me atrajo hacia él. Roso sus labios
con los míos y yo le seguí, mientras nuestras lenguas exploraban la boca del
otro.
-
¡Ejem! – Expósito estaba en la puerta
observándonos con una sonrisa - ¿Podéis hacer eso en un lugar donde no os
veamos?
Yo volví a sonrojarme. Tenía que intentar controlarme un poco en el
trabajo pero es que Castle me lo ponían tan difícil…
-
Beckett: ¿Qué sucede Expósito?
-
Expósito: Si preguntas por qué os he
interrumpido… - viendo mi mirada de “no sigas por ahí”, fue al grano – Ryan y
yo hemos estado preguntando a los compañeros de la 12 y otro de los detectives
que nos suelen ayudar cuando necesitamos más personal nos ha dado nueva
información.
-
Ryan: Al parecer Chen le contó que
después de terminar su jornada a las 5 de la tarde se iría a su casa a
descansar porque había tenido una semana muy complicada y estaba agotado – dijo
Ryan entrando en la sala quedándose junto a Expósito.
-
Expósito: Hemos hablado con el portero
de su edificio y afirma que esa noche Chen no llegó hasta pasada las 12 de la
noche.
-
Ryan: Chen no llegó a salir de la 12 en
todo el día. Nadie sabe que hizo, a cada persona le contaba una historia
diferente y realmente nadie sabe donde estaba.
-
Beckett: Así que estamos como antes – la
emoción que sentí al creer que saldríamos de aquel callejón sin salida se
esfumó.
-
Castle: No tan rápido Kate – dijo a mi
espalada sobresaltándome; había permanecido tan callado que no me lo esperaba –
Según os dijeron los de mantenimiento, poco antes del apagón unos técnicos
estuvieron en las instalaciones. Mi instinto de escritor me dice que los
técnicos deben saber donde estuvo Chen el miércoles.
-
Expósito: Eso ha sido bueno.
-
Beckett: Chicos, quiero que volváis a
hablar con los de mantenimiento y os informe de quienes eran esos técnicos.
Cuando lo sepáis, pedid órdenes de arresto, algo me dice que será bastante
fácil hacerlos cantar.
Ryan y Expósito hicieron lo que les pedí y en una hora tenía a los 2
técnicos en la sala de interrogatorios.
-
¿De qué se nos acusa? – dijo uno de
ellos, parecía que era el que iba a dar más problemas.
-
Beckett: Veo que ya da por hecho que le
acusamos de algo – dije manteniéndome fría para intentar ver su punto débil.
-
Sino no estaría aquí – dijo a la
defensiva.
-
Beckett: Hace algo más de una semana, el
miércoles 6 alrededor de las 23:00 h estuvisteis en las instalaciones de la
comisaría y poco después hubo un cortocircuito que sirvió de ventaja para que
se cometiera un asesinato.
-
¿Un asesinato? – dijo el otro técnico
tan asustado como si hubiese visto un fantasma, sin duda será fácil
desestabilizarlo.
-
Tú cállate – le dijo el otro.
-
Veo que tiene bastantes antecedentes –
le dije al que parecía más sumiso mientras miraba su ficha policial. Los cargos
de los que se le acusaban eran cargos menos pero yo no se lo hice saber – Será
mejor que colabore si no quiere pasarse la vida en los calabozos.
-
Yo… - dijo dubitativo – Nosotros
provocamos ese cortocircuito …
-
¡Cállate! – le gritó al otro.
-
No, no puedo cargar con esto por más
tiempo – se dirigió a nosotros – Chen y yo éramos amigos desde la infancia,
salíamos con el mismo círculo de personas y manteníamos muy buena relación.
Hace una semana me dijo que en la comisaría donde él trabaja tenían problemas
de electricidad y que necesitaba que alguien le echara un vistazo. Yo le dije
que mi hermano – dijo dirigiéndose al otro técnico – y yo podríamos ir a
revisar las instalaciones y él me dijo que sería estupendo. Fuimos a su casa un
par de veces para que nos enseñara un plano de Chen y mi hermano se habían
hecho muy amigos y que pasaban el día hablando por teléfono pero no le tomé
importancia.
-
¡Basta! – gritó el hermano, pero él
continuó.
-
Mi hermano y Chen urdieron un plan a mis
espaldas. El miércoles por la noche fuimos a la comisaría como Chen nos había
dicho para arreglar el problema con la electricidad. Mi hermano me dijo que no
era necesario que le ayudara, que él podía hacerlo solo, así que me quedé fuera
de la 12. Al poco llegó mi hermano y me dijo que se había producido un cortocircuito,
que el problema era más grave de lo que parecía y que no podríamos
solucionarlo, que había hablado con Chen y este le había dado las gracias por
intentarlo, y yo me lo creí.
-
Castle: ¿Cuándo se dio cuenta de que su
hermano le había mentido?
-
Hace tres días que lo pillé hablando por
teléfono con Chen preguntándole si el plan de provocar un cortocircuito había
funcionado. Sabía que algo ocurría lo que nunca pensé es que tuviera que ver
con un asesinato.
-
Beckett: De hecho usted conocía a la
víctima. Kenta Furukawa, ¿le suena?
-
¿Pero que hiciste hermano? – le dijo
atónito con lágrimas en los ojos. El otro permanecía impertérrito, como si todo
aquello no fuese con él.
-
Solo hice lo que debía.
-
Castle: ¿Y qué se supone que era lo que
debía hacer?
-
Lo que Chen me pidió – en ese momento
comenzó a sonar mi teléfono.
-
Perdone – dije levantándome - ¿Qué
ocurre Lanie? Estoy en pleno interrogatorio – le pregunté una vez estuve fuera
de la sala.
Cinco minutos después volví a entrar en la sala de interrogatorios. Ahora
los dos técnicos me miraban con preocupación y se respiraba cierta tensión.
-
Beckett: No es necesario que nos intente
engañar, sabemos lo que ocurrió.
-
Castle: ¿Ah sí? – preguntó sorprendido.
Me volví hacia él esperando que no dijera ninguna tontería y pareció captar el
mensaje.
-
Beckett: Hemos encontrado sus huellas en
el cuello de la víctima. ¿Qué pasó? ¿Se resistió?
-
El cabrón era escurridísimo – comenzó
viendo que no tenía escapatoria y que debía confesar ante la mirada de
incredulidad de su hermano – Kenta quería acabar con su hermano, el empleado
perfecto, el amigo perfecto, pero sabía que no sería capaz de matarlo él mismo
- pude–notar como de los labios de Castle salía un “te lo dije” – Primero pensó
en contárselo a mi hermano pero sabía que era un blando y no podría hacerlo,
así que confió en mí. Esa noche entré sin mi hermano en las instalaciones y
provoqué el cortocircuito como Kenta me había dicho. Luego volví con mi hermano
y le dije que no había podido arreglarlo porque el problema era más grave de lo
que pensábamos. Yo había pactado con Kenta deshacerme de su hermano, peor para
eso necesitaba a mi hermano fuera así que le pedí a Kenta que lo llamara y le
propusiera quedar en un bar de copas lejos de allí. Yo le dije a mi hermano que
no me apetecía y que me iría a casa.
-
Beckett: Pero no llegó a irse de la 12.
-
Castle: Chen llamó a su hermano desde su
móvil para que fuese a la comisaría – dijo como si de repente todo empezase a
cobrar sentido y las piezas del puzzle comenzasen a encajar.
-
Chen era más imbécil de lo que yo
pensaba. Antes de yo provocar el cortocircuito Kenta lo llamó y se acercó hasta
allí con un amigo sin sospechar nada.
-
Castle: Donde lo estabas esperando. Como
has dicho, era escurridísimo y no fue fácil que se tomara el veneno, pero era
la muerte más segura y que menos pruebas dejaba. Pero no estabas seguro de que
estuviera muerte así que le disparaste.
-
No podía quedar vivo – dijo para
finalizar como si lo que hizo fuera una proeza.
-
Beckett: Jack Gordon queda detenido por
el asesinato de Kenta Furukawa.
*******************************************************
-
Castle: ¿Qué pasará con Chen? – me dijo
desde su cama.
-
Beckett: Pasará un tiempo en los
calabozos y cuando salga deberá realizar trabajos sociales – le dije desde el
aseo donde me estaba poniendo el albornoz tras una ducha relajante – Dejemos de
hablar de trabajo – dije entrando en su habitación, fue entonces cuando me di
cuenta que estaba muy concentrado en su portátil - ¿Qué escribes? – le pregunté
con curiosidad.
-
Castle: Eh… nada – parecía nervioso y en
cuanto me vio agachó la pantalla del ordenador.
-
Beckett: No parecía que fuera nada – le
dije mientras me acercaba a él para besarlo tiernamente – Déjame ver que es –
le dije pasando por encima de él hasta llegar al portátil.
-
Castle: No por favor Kate, aun no esta
terminado – me suplicó pero yo ya había levantado la pantalla y el corazón me
dio un vuelco. Ahí, escrito con letras grandes como título se podía leer “Solo
tú” – Esperaba enseñártelo cuando estuviera terminado, solo es un recorrido por
nuestra historia durante estos cuatro años, no tenía pensado publicarlo, solo
era un regalo para ti.
-
Beckett: ¿Por qué no Castle? Es
maravilloso – le conseguí decir con lágrimas en los ojos – Es precioso Castle,
te quiero – me acerqué y él me rodeo con sus brazos, desprendía una luz
especial que hizo que no pudiera controlar las ganas de besarle.
Así comenzó un juego entre los dos que acabó como todas las noches atrás:
su ropa y la mia por el suelo y nosotros amándonos intensamente.
*****************************************************
Un año después…
Una prestigiosa y elegante librería frente a Central Park se llenaba de
personas emocionadas y con ganas de recibir al escritor que les había hecho
creer en el amor.
-
Beckett: Castle, debo volver al trabajo
– le dije antes de que comenzase su firma de libros de su nuevo best seller “Solo tú” – Echaré de menos
que no estés allí.
-
Castle: Yo también te echaré de menos
cariño – dijo antes de besarme.
En ese momento llegó Alexis llevando de la mano a su hermana.
-
Alexis: Papá, no me puedo hacer cargo de
Joanna todo el día, Sami y yo hemos hecho planes, iremos de compras.
-
Beckett: Castle por favor, encárgate de
la niña hasta que yo llegue, hoy tengo un día largo en la comisaría.
-
Castle: Llegaré a casa sobre las cuatro,
cuida de ellas hasta entonces cariño – le dijo a Alexis.
-
Alexis: Pero solo hasta las cuatro – le
dijo en un tono serio para luego sonreírle – Vamos Joanna, dale un beso a mamá
y papá – nuestra hija se acercó a nosotros y nos abrazó a los dos.
-
Te quiero – le dijimos Castle y yo a la
vez.
-
Alexis: Nos vemos esta tarde papá y a ti
espero verte por la noche, últimamente casi ni nos vemos – me dijo.
En el último año Alexis y yo nos habíamos hecho complices, desde el primer
minuto que supo que su padre y yo estábamos juntos nos apoyó y nos convertimos
en grandes amigas, siempre venía a pedirme consejo cuando se trataba de algún
chico o de como explicarle a su padre algún tema complicado. Alexis se había
convertido en una gran mujer.
-
Beckett: En la comisaría estamos
desbordados, Nueva York sufre una oleada de asesinatos últimamente, pero hoy
prometo volver pronto.
Alexis se marchó con la pequeña que salió contenta después de ver a su
papá. Sentía devoción por él, tenía sus ojos y cuando la miraba era como mirar
a Castle. El carácter lo había heredado de mí, era muy fuerte aunque tenía un
corazón tan grande como su padre.
Me acerqué a Castle y él me rodeó con sus brazos para besarme.
-
Beckett: Nos vemos esta noche, llegaré
pronto para acostar a Joanna. Ahora vete que tus fans te esperan. Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario