lunes, 23 de julio de 2012

SOLO TÚ: Capítulo 12


Ryan y Expósito parecían debatir e intercambiar opiniones sobre el caso mostrándose uno a otro imágenes y apuntando más información en la pizarra mientras Castle y yo nos preparábamos un café-

-          Castle: Parece que no consiguen poner de acuerdo – dijo inclinando la cabeza en dirección a los chicos.

-          Beckett: Son como un matrimonio, entre ellos no faltan las discusiones pero no pueden vivir el uno sin el otro – le confesé con una sonrisa.

-          Castle: He de reconocer que cuando los vi trabajando juntos después de todo lo que ha pasado me sorprendió, pensé que Expósito no le perdonaría a Ryan que lo traicionara.

-          Beckett: Expósito y yo tenemos una forma de pensar muy similar en cuanto a Ryan se refiere. He hablado y fue como si me leyese la mente. Aunque ambos estuviésemos dolidos con Ryan sabemos que él solo quería protegernos.

-          Castle: No dejas de sorprenderme – dijo arrastrando las palabras mientras dejaba su café en la mesa y se acercaba a mí – Eres increíble.

-          Beckett: ¿Ah sí? – le dije sensualmente acercándome aun más.

Sólo un centímetro nos separaba a ambos dejando que el aire corriese entre nosotros. Yo comenzaba a sentir mi corazón a mil por horas y mis mejillas volvieron a sonrojarse.
Castle pasó su brazo por mi cintura y me atrajo hacia él. Roso sus labios con los míos y yo le seguí, mientras nuestras lenguas exploraban la boca del otro.

-          ¡Ejem! – Expósito estaba en la puerta observándonos con una sonrisa - ¿Podéis hacer eso en un lugar donde no os veamos?

Yo volví a sonrojarme. Tenía que intentar controlarme un poco en el trabajo pero es que Castle me lo ponían tan difícil…

-          Beckett: ¿Qué sucede Expósito?

-          Expósito: Si preguntas por qué os he interrumpido… - viendo mi mirada de “no sigas por ahí”, fue al grano – Ryan y yo hemos estado preguntando a los compañeros de la 12 y otro de los detectives que nos suelen ayudar cuando necesitamos más personal nos ha dado nueva información.

-          Ryan: Al parecer Chen le contó que después de terminar su jornada a las 5 de la tarde se iría a su casa a descansar porque había tenido una semana muy complicada y estaba agotado – dijo Ryan entrando en la sala quedándose junto a Expósito.

-          Expósito: Hemos hablado con el portero de su edificio y afirma que esa noche Chen no llegó hasta pasada las 12 de la noche.

-          Ryan: Chen no llegó a salir de la 12 en todo el día. Nadie sabe que hizo, a cada persona le contaba una historia diferente y realmente nadie sabe donde estaba.

-          Beckett: Así que estamos como antes – la emoción que sentí al creer que saldríamos de aquel callejón sin salida se esfumó.

-          Castle: No tan rápido Kate – dijo a mi espalada sobresaltándome; había permanecido tan callado que no me lo esperaba – Según os dijeron los de mantenimiento, poco antes del apagón unos técnicos estuvieron en las instalaciones. Mi instinto de escritor me dice que los técnicos deben saber donde estuvo Chen el miércoles.

-          Expósito: Eso ha sido bueno.

-          Beckett: Chicos, quiero que volváis a hablar con los de mantenimiento y os informe de quienes eran esos técnicos. Cuando lo sepáis, pedid órdenes de arresto, algo me dice que será bastante fácil hacerlos cantar.

Ryan y Expósito hicieron lo que les pedí y en una hora tenía a los 2 técnicos en la sala de interrogatorios.

-          ¿De qué se nos acusa? – dijo uno de ellos, parecía que era el que iba a dar más problemas.

-          Beckett: Veo que ya da por hecho que le acusamos de algo – dije manteniéndome fría para intentar ver su punto débil.

-          Sino no estaría aquí – dijo a la defensiva.

-          Beckett: Hace algo más de una semana, el miércoles 6 alrededor de las 23:00 h estuvisteis en las instalaciones de la comisaría y poco después hubo un cortocircuito que sirvió de ventaja para que se cometiera un asesinato.

-          ¿Un asesinato? – dijo el otro técnico tan asustado como si hubiese visto un fantasma, sin duda será fácil desestabilizarlo.

-          Tú cállate – le dijo el otro.

-          Veo que tiene bastantes antecedentes – le dije al que parecía más sumiso mientras miraba su ficha policial. Los cargos de los que se le acusaban eran cargos menos pero yo no se lo hice saber – Será mejor que colabore si no quiere pasarse la vida en los calabozos.

-          Yo… - dijo dubitativo – Nosotros provocamos ese cortocircuito …

-          ¡Cállate! – le gritó al otro.

-          No, no puedo cargar con esto por más tiempo – se dirigió a nosotros – Chen y yo éramos amigos desde la infancia, salíamos con el mismo círculo de personas y manteníamos muy buena relación. Hace una semana me dijo que en la comisaría donde él trabaja tenían problemas de electricidad y que necesitaba que alguien le echara un vistazo. Yo le dije que mi hermano – dijo dirigiéndose al otro técnico – y yo podríamos ir a revisar las instalaciones y él me dijo que sería estupendo. Fuimos a su casa un par de veces para que nos enseñara un plano de Chen y mi hermano se habían hecho muy amigos y que pasaban el día hablando por teléfono pero no le tomé importancia.

-          ¡Basta! – gritó el hermano, pero él continuó.

-          Mi hermano y Chen urdieron un plan a mis espaldas. El miércoles por la noche fuimos a la comisaría como Chen nos había dicho para arreglar el problema con la electricidad. Mi hermano me dijo que no era necesario que le ayudara, que él podía hacerlo solo, así que me quedé fuera de la 12. Al poco llegó mi hermano y me dijo que se había producido un cortocircuito, que el problema era más grave de lo que parecía y que no podríamos solucionarlo, que había hablado con Chen y este le había dado las gracias por intentarlo, y yo me lo creí.

-          Castle: ¿Cuándo se dio cuenta de que su hermano le había mentido?

-          Hace tres días que lo pillé hablando por teléfono con Chen preguntándole si el plan de provocar un cortocircuito había funcionado. Sabía que algo ocurría lo que nunca pensé es que tuviera que ver con un asesinato.

-          Beckett: De hecho usted conocía a la víctima. Kenta Furukawa, ¿le suena?

-          ¿Pero que hiciste hermano? – le dijo atónito con lágrimas en los ojos. El otro permanecía impertérrito, como si todo aquello no fuese con él.

-          Solo hice lo que debía.

-          Castle: ¿Y qué se supone que era lo que debía hacer?

-          Lo que Chen me pidió – en ese momento comenzó a sonar mi teléfono.

-          Perdone – dije levantándome - ¿Qué ocurre Lanie? Estoy en pleno interrogatorio – le pregunté una vez estuve fuera de la sala.

Cinco minutos después volví a entrar en la sala de interrogatorios. Ahora los dos técnicos me miraban con preocupación y se respiraba cierta tensión.

-          Beckett: No es necesario que nos intente engañar, sabemos lo que ocurrió.

-          Castle: ¿Ah sí? – preguntó sorprendido. Me volví hacia él esperando que no dijera ninguna tontería y pareció captar el mensaje.

-          Beckett: Hemos encontrado sus huellas en el cuello de la víctima. ¿Qué pasó? ¿Se resistió?

-          El cabrón era escurridísimo – comenzó viendo que no tenía escapatoria y que debía confesar ante la mirada de incredulidad de su hermano – Kenta quería acabar con su hermano, el empleado perfecto, el amigo perfecto, pero sabía que no sería capaz de matarlo él mismo - pude–notar como de los labios de Castle salía un “te lo dije” – Primero pensó en contárselo a mi hermano pero sabía que era un blando y no podría hacerlo, así que confió en mí. Esa noche entré sin mi hermano en las instalaciones y provoqué el cortocircuito como Kenta me había dicho. Luego volví con mi hermano y le dije que no había podido arreglarlo porque el problema era más grave de lo que pensábamos. Yo había pactado con Kenta deshacerme de su hermano, peor para eso necesitaba a mi hermano fuera así que le pedí a Kenta que lo llamara y le propusiera quedar en un bar de copas lejos de allí. Yo le dije a mi hermano que no me apetecía y que me iría a casa.

-          Beckett: Pero no llegó a irse de la 12.

-          Castle: Chen llamó a su hermano desde su móvil para que fuese a la comisaría – dijo como si de repente todo empezase a cobrar sentido y las piezas del puzzle comenzasen a encajar.

-          Chen era más imbécil de lo que yo pensaba. Antes de yo provocar el cortocircuito Kenta lo llamó y se acercó hasta allí con un amigo sin sospechar nada.

-          Castle: Donde lo estabas esperando. Como has dicho, era escurridísimo y no fue fácil que se tomara el veneno, pero era la muerte más segura y que menos pruebas dejaba. Pero no estabas seguro de que estuviera muerte así que le disparaste.

-          No podía quedar vivo – dijo para finalizar como si lo que hizo fuera una proeza.

-          Beckett: Jack Gordon queda detenido por el asesinato de Kenta Furukawa.

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-          Castle: ¿Qué pasará con Chen? – me dijo desde su cama.

-          Beckett: Pasará un tiempo en los calabozos y cuando salga deberá realizar trabajos sociales – le dije desde el aseo donde me estaba poniendo el albornoz tras una ducha relajante – Dejemos de hablar de trabajo – dije entrando en su habitación, fue entonces cuando me di cuenta que estaba muy concentrado en su portátil - ¿Qué escribes? – le pregunté con curiosidad.

-          Castle: Eh… nada – parecía nervioso y en cuanto me vio agachó la pantalla del ordenador.

-          Beckett: No parecía que fuera nada – le dije mientras me acercaba a él para besarlo tiernamente – Déjame ver que es – le dije pasando por encima de él hasta llegar al portátil.

-          Castle: No por favor Kate, aun no esta terminado – me suplicó pero yo ya había levantado la pantalla y el corazón me dio un vuelco. Ahí, escrito con letras grandes como título se podía leer “Solo tú” – Esperaba enseñártelo cuando estuviera terminado, solo es un recorrido por nuestra historia durante estos cuatro años, no tenía pensado publicarlo, solo era un regalo para ti.

-          Beckett: ¿Por qué no Castle? Es maravilloso – le conseguí decir con lágrimas en los ojos – Es precioso Castle, te quiero – me acerqué y él me rodeo con sus brazos, desprendía una luz especial que hizo que no pudiera controlar las ganas de besarle.

Así comenzó un juego entre los dos que acabó como todas las noches atrás: su ropa y la mia por el suelo y nosotros amándonos intensamente.

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Un año después…

Una prestigiosa y elegante librería frente a Central Park se llenaba de personas emocionadas y con ganas de recibir al escritor que les había hecho creer en el amor.

-          Beckett: Castle, debo volver al trabajo – le dije antes de que comenzase su firma de libros de su nuevo best seller “Solo tú” – Echaré de menos que no estés allí.

-          Castle: Yo también te echaré de menos cariño – dijo antes de besarme.

En ese momento llegó Alexis llevando de la mano a su hermana.

-          Alexis: Papá, no me puedo hacer cargo de Joanna todo el día, Sami y yo hemos hecho planes, iremos de compras.

-          Beckett: Castle por favor, encárgate de la niña hasta que yo llegue, hoy tengo un día largo en la comisaría.

-          Castle: Llegaré a casa sobre las cuatro, cuida de ellas hasta entonces cariño – le dijo a Alexis.

-          Alexis: Pero solo hasta las cuatro – le dijo en un tono serio para luego sonreírle – Vamos Joanna, dale un beso a mamá y papá – nuestra hija se acercó a nosotros y nos abrazó a los dos.

-          Te quiero – le dijimos Castle y yo a la vez.

-          Alexis: Nos vemos esta tarde papá y a ti espero verte por la noche, últimamente casi ni nos vemos – me dijo.

En el último año Alexis y yo nos habíamos hecho complices, desde el primer minuto que supo que su padre y yo estábamos juntos nos apoyó y nos convertimos en grandes amigas, siempre venía a pedirme consejo cuando se trataba de algún chico o de como explicarle a su padre algún tema complicado. Alexis se había convertido en una gran mujer.

-          Beckett: En la comisaría estamos desbordados, Nueva York sufre una oleada de asesinatos últimamente, pero hoy prometo volver pronto.

Alexis se marchó con la pequeña que salió contenta después de ver a su papá. Sentía devoción por él, tenía sus ojos y cuando la miraba era como mirar a Castle. El carácter lo había heredado de mí, era muy fuerte aunque tenía un corazón tan grande como su padre.

Me acerqué a Castle y él me rodeó con sus brazos para besarme.

-          Beckett: Nos vemos esta noche, llegaré pronto para acostar a Joanna. Ahora vete que tus fans te esperan. Te quiero.

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