viernes, 12 de octubre de 2012

AND IF... ? - Capítulo 10: Juegos peligrosos


Un bullicio ensordecedor se apoderaba de la 12th con los primeros rayos del sol. Gates vigilaba de cerca el trabajo de su equipo mientras conversaba con Rob en su despacho tras la presentación oficial realizada minutos antes.

-          - Rob, no hubiese movido cielo y tierra para encontrarte si esto no fuera importante. Ya no es importante para mí a nivel personal, como te dije esto afecta a mi mejor inspectora y necesito acabar ya con ello – sabía que él la estaba estudiando como solía hacer siempre en busca de algo que reflejara sus sentimientos, pero había aprendido con los años a ser un bloque de hielo al que parece que no le afecta nada, para que le fuese más fácil su trabajo, un trabajo que aunque muchos consideraban un pasatiempo para ella era un arduo trabajo solo capaz de ser realizado por vocación. Hizo una pausa antes de continuar para ver la reacción de Rob y entonces este asintió - ¿Recuerdas cuando comenzamos con el caso de Joahnna y apareció el nombre de Maddox?

-          - Sí, recuerdo que sabíamos que de alguna forma estaba conectado con su muerte pero no lográbamos avanzar y descubrir esa conexión.

-         -  Pero ahora tenemos más datos. La inspectora Kate Beckett tuvo una fuerte pelea con él, fue el causante de que quedará en coma. Hemos podido saber que solo es una simple marioneta movida por alguien que, por lo que imaginamos tras las palabras que intercambió con Beckett, tiene un papel importante en la sociedad neoyorkina.

Un Espósito visiblemente afectado entró en el despacho de Gates sin pedir permiso interrumpiendo la conversación. No podía esperar, se sentía el corazón queriéndose salir y su respiración entrecortada.

-          - Señor, tenemos una víctima de asesinato – fue capaz de decir a duras penas.

-          - Detective, ¿cree que es necesario interrumpirme para decirme que en la ciudad de Nueva York ha habido un nuevo asesinato del que debemos ocuparnos? Haga su trabajo y deje de molestar.

-          - Señor, esto es importante. Se trata de Castle y con él, de Beckett.

-          - ¡Explíquese! – le dio la espalda a Rob poniéndose frente a Espósito haciéndole entender que era toda oídos.

-          - Cuando ha llegado la policía forense a la zona del crimen encontraron junto a él la documentación; se trata de Smith. La policía ha estado analizando sus efectos personales y en su teléfono móvil han encontrado el número de teléfono de Castle. Señor, no sé que clase de relación tenía Castle con Smith pero si nosotros lo hemos relacionado, los que andan tras Beckett no tardaron mucho en hacerlo también.

Rob, que había permanecido en un segundo plano, apareció junto a Gates y para sorpresa de Espósito, le pasó el brazo por encima de los hombros.

-          - Pongámonos en marcha Gates, vamos a darle caza a esos cabrones.

Espósito sonrió ante ese gesto y sus palabras. “Me gusta este tío, será divertido trabajar con él”.



Ajenos a todo, Beckett ayudaba a Castle a elegir la ropa para su entrevista entre miradas cómplices y risas. Castle le había dejado que fuese ella quien decidiese su vestuario así eligió la camisa azul que tanto le gustaba y que hacía juego con sus ojos y lo completó  con unos pantalones blancos que resaltaba su moreno adquirido durante los días en Vancouver.

-          - Mmmm, no sé si podré aguantarme sin besarte – le abrochó el último botón de la camisa y tirando de él hacia ella se acercó a sus labios rozándolos suavemente antes de probarlos.

Hacía algo más de un año que había lo había besado por primera vez y ahora no entendía como se había podido resistir a sus besos tanto tiempo. Su besos dulces, tiernos, llenos de deseo, de pasión, la desarmaba, la llevaba a la locura entregándose completamente a ellos, comprendiendo que no había nada en el mundo que le importase más que él. Se había acostumbrado a sus besos y ahora siempre le sabía a poco, quería más.

Con la respiración entrecortada, Castle separó sus labios de los de ella.

-          - ¿Me lo vas a poner difícil hasta el último momento, Kate?

-         -  ¿Es que pensabas lo contrario? – una pícara sonrisa apareció en sus labios, los cuales Castle no pudo evitar besar con urgencia.

-          - Vamos, tenemos que irnos – le dijo casi en un susurro entrelazando su mano a la de ella – No creo que Samantha quiera que le hagamos esperar.

Beckett lo miró sorprendida, había creído que Castle no querría tener problemas con su agente y que, al ser ella uno de los motivos de su enfado esa mañana, no querría que le acompañase, sin embargo allí estaba, ofreciéndole formar parte de su vida sin importarle lo que los demás pudiesen pensar o sentir. Sus mejillas comenzaron a tornarse del rosado al rojizo y agradeció que Castle no estuviese mirándola. Él se dirigió hasta la cama donde tenía su chaqueta blanca mientras seguía con su mano entrelazada a la de ella.

-          - No te la pongas, estás mejor sin ella – le dijo tirando de él para que quedase frente a ella, manteniendo sus miradas, perdiéndose en ellas.

-          - Te he dejado elegir así que haré lo que me dices.

-          - Así será más fácil desnudarte con la mirada – creyó decir para si misma pero cuando vio la cara de sorpresa de Castle se dio cuente de que no había sido así y volvió a ruborizarse, separándose unos centímetros de él.

-          - ¿Sabe lo que acaba de decir inspectora? Me parece que este juego se está volviendo peligroso – le dijo divertido antes de salir corriendo tras ella por la habitación, alcanzándola junto a la cama donde sus labios volvieron a encontrarse. 

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