“Amor, una palabra tan sencilla, se convierte en el
motor de nuestras vidas. Todos necesitamos amor y ser amados para vivir, es una
necesidad primitiva que todos los humanos tenemos. Nacemos siendo amados,
queridos, siendo el centro del mundo de nuestros padres, quienes construyen
toda una vida a nuestro alrededor. Crecemos dando y reviviendo amor de aquellas
personas que se convierten en parte de la familia tras compartir risas,
diversión, confidencia, momento difíciles,… durante nuestra niñez y
adolescencia. Pero ella no tuvo una adolescencia normal y esa forma de amar no
era la que movía su vida, sino el hacer justicia. Me gusta creer que el
aparecer en su vida hizo que cambiara y viera el mundo de otro modo, pero el
hecho es que fue todo lo contrario. Desde el momento en que apareció en mi vida
la cambió completamente, la puso patas arriba, me hizo volverme loco y adorar
esa locura.
Es una mujer inteligente, tenaz, testaruda, perspicaz, divertida,
con sentido del deber y la justicia, responsable, tierna, cariñosa,… Es una
mujer increíble que me ha hecho ser mejor persona. Gracias por aparecer en mi
vida, gracias Kate.”
Terminaba de
escribir las últimas palabras a ordenador cuando unos brazos lo rodearon por la
espalda.
- - Ummm… - comenzó a morder su oreja - ¿no estarás escribiendo
otra vez sobre nosotros? Ya sabes que no me gustaría ver nada de eso publicado
– le dijo dulcemente al oído.
- - Solo escribía un poco mientras tú descansabas, te veías tan a
gusto en la cama que no quise despertarte – cerró la pantalla del ordenador y
se giró quedando frente a sus intensos ojos verdes – Sabes que no haría nada
que no quisieses, en estos dos años que llevamos juntos lo habrás comprobado.
- - Y entonces, ¿qué escribías? – se sentó sobre sus piernas
mientras jugaba con su cabello enredándolo entre sus dedos.
- - Es imposible tenerle nada oculto, inspectora – dijo con un
suspiro mientras levantaba la pantalla del portátil para que quedase a la vista
de ella lo último que había escrito – Desde que entraste en mi vida comencé a
escribir sobre ti, con la única intensión de poder disfrutar de ti aunque fuese
a través de las letras que iba escribiendo. Cuando apareciste en Vancouver
aquel día pidiéndome una oportunidad para ser felices los dos, decidí que era
el momento de seguir con lo que un día empecé. Esto que he escrito durante
estos seis años recoge nuestra vida desde que nos conocimos, solo quería que no
lo descubrieses y podértelo entregar la semana que viene, en nuestro primer
aniversario de boda, pero eres imposible – le dijo con una sonrisa burlona que
fue borrada rápidamente al contacto con los labios de su musa.
- - Nunca dejas de sorprenderme, Rick – le dijo dulcemente en sus
labios.
- - ¿Recuerdas aquel día hace casi un año?
- - ¿Bromeas? ¿Cómo podría olvidarlo? Fue el mejor día de mi vida
– le dijo mientras seguía jugando con su pelo – Aunque te empeñaste en hacer
una boda por todo lo alto, finalmente cediste para hacer una boda pequeña, sin
tanto envoltorio, rodeada por nuestros amigos y familia en el jardín de tu casa
en Los Hamptons.
- - Mi casa y la tuya, cariño – le recordó – No pude negarme a lo
que me pedías, siempre acabas convenciéndome de todo – le dijo dándole un
tierno beso.
- - Recuerdo que Lanie casi no se podía mover por su embarazo y
Espósito no se separa de ella ni un minuto. El pequeño Kevin no dejaba de
correr, Jenny trataba de calmarlo sin mucho éxito provocando que Ryan no
pudiese separarse de su lado. Tu madre se pasó toda la ceremonia y la fiesta
coqueteando con mi padre, que se dejaba querer, y ya ves, al final parece que
la relación entre ellos funcionó, ya llevan casi un año juntos. Alexis era la
única madura allí – dijo entre risas – porque Gates parecía haber vuelto a la
adolescencia al lado de Rob. A Samantha casi si se la vio por la fiesta, estaba
perdida con Robert, el nuevo detective de la 12, ¿recuerdas? – Castle asintió.
- - Fue una locura, pero fue la locura más bonita de mi vida.
- - Pues espera, que ahora viene una mayor que aquella – le dijo
fijando sus ojos en los de él – Ya que tu me das mi regalo de aniversario por
adelantado, te daré yo también el tuyo.
Castle la miró
interrogante y de repente, lo entendió. Una amplia sonrisa ocupaba todo su
rostro iluminándolo como nunca antes lo había visto.
- - ¿Estás…?
- - Embarazada, sí – dijo compartiendo esa sonrisa con él -
¡Vamos a ser padres, Rick!
Sus labios la
besaron con amor y ternura, un beso lleno de dulzura del que no quería
separarse.
- - Cuando se lo contemos a Alexis y a mi madre se van a poner
muy contentas – la alegría se dibujaba en sus ojos.
- - Se lo diremos los dos juntos en la comida de hoy.
- - Si, mi vida – le dijo acariciando su barriga – Serás un bebé
muy querido, lleno de amor, cuidado y protegido por todos. Serás nuestra vida,
te queremos – le dijo al vientre de Kate como si el bebé pudiese entenderlo, lo
que le hizo a ella sonreír.
Sabía que no habría
podido encontrar un hombre mejor que Rick, era pura ternura, un niño pequeño en
el cuerpo de un hombre adulto que la complementaba, la cuidaba y protegía. Ese
bebé terminaría de colmar la felicidad de las que los dos disfrutaban.
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